Además de las personas-curriculum, también están las personas-trivial. Éstas tampoco me acaban de gustar.
Las personas-trivial son las que parece que viven en un concurso. Siempre saben todos los datos acerca de todo. Y no sólo los saben, que es muy lícito, sino que además te los escupen a la cara en cuanto pueden. Necesitan exponer su sabiduría todo el rato, o morirán babeando con convulsiones.
La parte más molesta de las personas-trivial, la que más salpica, es que tienen tendencia a contagiarte. Tú vas tan tranquila por tu vida de adoquines amarillos, y aparece una persona-trivial buscando un contrincante para su particular concurso vital. Y te atrapa. De repente, te notas tensa, con sudores, buscando datos en tu cabeza a mil por hora, para ganar el concurso. Y eso sí que no. Por ahí no paso. Cada cual, que cargue con su concurso.
Tengo algunos de estos especímenes bastante cerca en mi vida. Unos ya se están quitando: detectaron su problema y se puesieron en tratamiento. Otros, no se podrán quitar en la vida. Nacieron con un libro debajo del brazo.
Un amigo mío se subraya el Fotogramas. Sí. Han leído bien: se lo subraya, para retener mejor los nombres. Este amigo mío, nunca me olvidaré, fue el protagonista de una de las situaciones-trivial más heavys que he presenciado en mi vida. Víspera de examen de Institciones Jurídico-Políticas (un beso, señor Gómez Antón, maravilla, si aún sigue entre nosotros). Mis amigos vinieron al colegio mayor a estudiar. Ellos, como siempre, se sabían la lección de pe a pa. Yo, no. Empezaron a discutir por un dato, una fecha creo. Empezó el concurso. Los dos se pusieron farruquitos: que si fue el 12 de mayo, que si fue el 15, el 12, el 15... Yo, cruzada de brazos, sentada a la mesa, mirando el show. No me podía importar menos la fecha en cuestión. Por fin, uno de ellos dio un golpe en la mesa y dijo: "es el día 15, lo pone en la página 327 del libro!!!". Se hizo un silencio sepulcral. El colega no sólo se sabía el dato: se sabía la PÁGINA en la que estaba el dato. Mi otro amigo saltó enseguida, él también quería ganar el concurso: "es el día 12, lo pone en la página 126!!". Lo comprobamos. Resultó que los dos tenían razón. El libro tenía una errata.
Yo no puedo jugar a esto. Como dice Aitor, tengo memoria de pez: cada vez que doy la vuelta a la pecera, aplaudo como si encontrara el tesoro por primera vez.
3 comentarios:
¡Estás hablando de ace76!
XDDD
Mce, shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh... Que yo me estoy quitando! Además, al menos yo no iba a corregir a los profesores después de clase...
Dioss. No me acordaba de eso. Hubiera sido el titular.
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