Yo, personalmente, vergüenza ajena viendo El Sexómetro.
Todas las invitadas peleándose públicamente como gallos por ser la más salida de la fiesta: la que se hace más pajas, la que folla en sitios más exóticos, la más desinhibida, la que se mete cosas más raras por los orificios.
No sé lo que decían, pero yo sólo escuchaba:
- Yo más guarra.
- No, yo.
- No, yo.
- No, yo.
(Señora anciana anónima del público, por favor, por-fa-vor, devuelva ese micrófono váyase a su casa inmediatamente. No quiera ganar esta partida).
Por cierto, he comprobado que Nuria Roca sigue sin ser capaz de acabar las palabras en consonante. A veces, a una le tranquiliza saber que hay cosas que no cambian.
No sé lo que decían, pero yo sólo escuchaba:
- Yo más guarra.
- No, yo.
- No, yo.
- No, yo.
(Señora anciana anónima del público, por favor, por-fa-vor, devuelva ese micrófono váyase a su casa inmediatamente. No quiera ganar esta partida).
Por cierto, he comprobado que Nuria Roca sigue sin ser capaz de acabar las palabras en consonante. A veces, a una le tranquiliza saber que hay cosas que no cambian.
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