domingo, 28 de diciembre de 2008


Estoy entusiasmada con mi nueva amiga FishEye.

Es un súper-regalo. Gracias.





viernes, 26 de diciembre de 2008

YoLoHeVisto

Durante estos meses me ha hervido la sangre.

He visto a los políticos discutir sobre la crisis con la boca llena de jamón de jabugo y de bollería de mantequilla. Todos los días tienen desayunos, almuerzos, lunches en los hoteles más pomposos de Madrid. Se ponen hasta el quico, siempre entre algodones y terciopelo. Se trasladan de un evento a otro en coches obscenamente elegantes. Tienen reuniones de praliné con las excusas más variopintas: presentación de un nuevo miembro de partido, conmemoración de un hecho irrelevante, valoración de la coyuntura económica, presentación de un libro. Da igual. Allí, sea cuál sea el motivo de la reunión, aprovechan para desprestigiar al partido de enfrente sistemáticamente delante de la prensa. Mientras, brindan con buen vino.
Después, salgo a la calle y hablo con la gente. Y una anciana con perro me dice que ella antes era de clase media, pero que ahora es pobre, porque la pensión que recibe es la misma desde hace años. Y se pone a llorar.
Ésta es la realidad, a pelo. Yo lo he visto. Estoy hasta los huevos.

jueves, 25 de diciembre de 2008

UNdíaDEmierda ¿?


Soy mala persona. Cuando estoy nerviosa, soy muy perra.

Ayer me levanté de muy mala ostia. Había dormido 3 horas y madrugué todo lo madrugable para coger un tren. Llegué a Chamartín con el tiempo justo y me fui hasta el andén. Cuál fue mi sorpresa cuando no me dejaron pasar. Era tarde.
¿Tarde para quién? Para mí, no. Para el tren tampoco, porque aún estaba ahí. Para el reloj tampoco, porque aún faltaban 5 minutos y el billete decía "se cerrarán las puertas 2 minutos antes de la hora de salida". Pero para ellos sí. El tren estaba parado en mi cara, puertas abiertas, y no me dejaban montar. Ni a mí, ni a otras 6 personas. Todos estábamos histéricos, inventando argumentos. Un hombre gritaba "mi mujer está embarazada, por amor de Dios" mientras la agarraba del brazo como si fuera un trofeo, intentando ganar el Concurso de Lástima. Yo estaba tan fuera de mí, que me volví hacia él y le grité alguna barabaridad tipo "Y mi abuela la está palmando, ¿no te jode?".

Sí. Soy mala persona. Cuando estoy nerviosa, soy muy perra. Y el tren se largó.

Me fui a la taquilla a cagarme en quien fuera. Me daba igual todo. Si me había cagado en una embarazada, ya tenía licencia para cagarme en cualquier anciano-niño-lisiado. Cuando el taquillero me dijo que no había billetes para los 2 días siguientes, cogí aire, le enumeré todas sus taras físicas -que eran muchas y muy visibles- y me fui.
Me monté en un taxi. "A Avenida de América, por favor". Iba a intentar coger un bus, si es que aún podía encontrar algún billete. Aproveché el recorrido para desahogarme un poco más. Todavía tenía mucha ira para repartir, y al taxista le tocó ración doble. Le culpé del atasco, de los semáforos, le culpé de la crisis, del fraude de Madoff y del diluvio universal.
Pero llegamos a la estación, y conseguí un billete. Todavía faltaba media hora para que saliera el autobús, así que me metí en un bar. Sí, no lo duden: yo seguía cabreada. Mucho. ¿Por qué? No lo sé, pero aún necesitaba escupir más mierda. Y no pude.
En el bar, había un camarero de unos cincuenta años. Serio, pero amable. En la barra, a mi lado, se sentó un hombre. Sesenta y pocos, calvo, sonriente. Era un cliente habitual. Se saludaron, se hicieron un par de chistes, y empezaron a charlar sobre el tema del día: la Lotería. El camarero me miró, me sonrió y, sin más, me incluyó en la conversación. El cliente habitual sacó el periódico y empezó a cotejar sus boletos con las listas de ganadores. Tenía unos veinte números, así que me pidió ayuda. Entre el camarero, el cliente y yo, revisamos todos los billetes. Uno a uno. Y yo, de repente, me puse contenta. Así, sin más. Se me pasaron las ganas de asesinar. Se me pasó la tensión de gluteos.
Es por eso que quiero dar las gracias a todos los camareros buenrrollistas del mundo y a todos los clientes habituales buenrrollistas del mundo, porque gracias a ellos, los gilipollas como yo aún podemos mirarnos al espejo. Y porque tienen el poder de convertirte un día de mierda en un buen día. Amén.


viernes, 19 de diciembre de 2008

Antonio Llopis


CUANDO SE MUERE UN MAESTRO,
TE QUEDAS UN POCO HUÉRFANA.


jueves, 18 de diciembre de 2008

TRONCO, YO MOLO MAZO

Al Ministerio de Sanidad se le ha ido la olla definitivamente: han contratado a abuelos carcas para idear campañas de publicidad dirigidas a jóvenes. De otra forma, no se podrían explicar eslóganes como "Que molen tus muelas" para que los jóvenes vigilen su salud bucal, o "tronco, yo no corono rollos con bombos" para que usen preservativo.
Las campañas son tan malas, que a uno le dan ganas de incrustarse chucherías en las muelas con cincel, o de meterse a ninfómana temeraria en África (convengamos que es lamentable este rap, por más que ellos piensen que es poesía por estar todo escrito con la letra "O") .
Que hagan el favor de gastarse nuestro dinero en cosas útiles, que estamos de mierda hasta el cuello.


HOY EN LAS PERLAS DE LEKUONA PRESENTAMOS:

"El baile fue amenizado por un numeroso cuarteto"

lunes, 15 de diciembre de 2008


Ha tenido suerte el Sr. Bush: es el responsable de una guerra que ha matado a miles y miles de personas, ha destrozado la vida para siempre a otras tantas, y a él sólo le han caído un par de zapatos a la cabeza durante una rueda de prensa. Y ni siquiera le han dado. Un negocio redondo. Conociendo su suerte, seguro que encima eran de su talla.


Lo peor de todo es que, además, el imbécil -porque este señor es imbécil- ha dicho después del altercado: "No me preocupa". Que alguien me pase unas Marteens, que yo no pienso fallar.


sábado, 29 de noviembre de 2008

MALDITOS TAXIStas


Los taxis son un servicio público. De toda la vida de Dios.

* Servicio Público: Actividad llevada a cabo por la Administración o, bajo un cierto control y regulación de ésta, por una organización, especializada o no, y destinada a satisfacer necesidades de la colectividad. (RAE)

Entonces, si partimos de esta premisa, ¿ALGUIEN ME PUEDE EXPLICAR POR QUÉ LOS TAXISTAS NOS VUELVEN LOCOS A LOS CIUDADANOS CON SUS ABSURDAS NORMAS INTERNAS (que nadie más que ellos conocen ni entienden) QUE CONVIERTEN SU ACTIVIDAD EN TODO LO CONTRARIO A UN SERVICIO, Y QUE HACE QUE SEAMOS NOSOTROS QUIENES ESTEMOS AL SERVICIO DE ELLOS?

Como muestra vale un botón (o dos):

1) Estación de Atocha. Llegas agotada, de madrugada, después de un viaje largo. Vas la parada de taxis. Allí esperan 30 ó 40 coches, y otros tantos clientes. En principio, no debería ser tan complicado colocar a cada cliente en un taxi. Con haber visto un par de capítulos de Barrio Sésamo debería bastar. Pues no.
Cuando te acercas con tu maleta de 20 kilos y otras tres bolsas enormes hasta el taxi más cercano, el señor taxista abre el maletero. Pero, simultáneamente, otros 4 ó 5 taxistas empiezan a gritar y a señalar otro(s) coche(s). Parece que ÉSE no es el taxi en el que te tienes que montar. Entonces, mueves como puedes el maletón y las bolsas y tratas de seguir las indicaciones de los otros taxistas. Pero resultan ser contradictorias. Y te pones a dar vueltas sobre ti misma, como si fueras RainMan, y entras en cortocircuito. Es muy tarde, estás muy cansada y sobre todo, HAY OTROS 30 CLIENTES en la cola. Hay clientes para todos, señores taxistas de los cojones.

2) Puerta del Sol. Mediodía. Voy cargada hasta los dientes de bolsas. Tengo quince minutos para llegar hasta mi casa, descargar, ducharme, comer algo y volver a salir. Levanto el brazo y paro un taxi. Me monto. De la nada, aparece un señor que se tira contra el capó del coche. Pienso que es un suicida. La crisis no perdona. Pero no. Atención. Es un taxista. Se ve que al otro lado de la plaza hay una parada de taxis, y las normas internas del gremio prohiben cargar clientes a menos de x metros de las paradas. Los ojos se me salen de las órbitas. No olviden que estoy DENTRO del taxi, y mis bolsas ya están DENTRO del maletero. Y sobre todo: no tengo tiempo. Pero el taxista suicida no se mueve del capó hasta que no me baje. Mi taxista asegura que es nuevo y que no conocía esa norma. Con un cabreo inenarrable, me bajo del coche y saco mis bolsas. Y me arrastro hasta la parada de los cojones.


martes, 25 de noviembre de 2008

Pis de Yonqui

Querido Sr. Yonqui,

Lamentablemente, no tengo aún el gusto de conocer su cara. Si la conociera, le estaría diciendo estas palabras
de viva voz. Es por eso que me dirijo a usted a través de esta carta que, siendo franca, no tengo demasiadas esperanzas de que vaya a leer. Entiendo que tiene usted otras ocupaciones difíciles de compatibilizar con casi todo. Pero, con suerte, espero que en algún momento de lucidez usted vislumbrará este papel pegado con celo en esta esquina a la que le ha tomado tanto afecto.

Verá, yo vivo justo encima de la esquina en cuestión. Me mudé hace pocas semanas, con la ilusión propia de quien arranca una nueva vida. Pero no tardé mucho tiempo en darme cuenta de que había un problema en el barrio. Usted.

No me malinterprete, no tengo ningún prejuicio con sus actividades intravenosas. Cada cual es muy libre de hacer con su sangre lo que le venga en gana. Soy de los que piensan que la calidad humana y la altura moral de una persona son completamente independientes de sus adicciones. Que sea usted un yonqui no impide que sea usted un ser humano bello y generoso, a la par que inteligente y sensible. Y, precisamente, apelo a su sensibilidad cuando le ruego que deje usted de orinar de forma reiterada en la esquina de mi portal.

Supongo que debe de existir algún motivo que le empuje a usted a elegir mi portal, y no otros. En este sentido, quería darle las gracias por habernos elegido. Es un portal elegante, pero nada pretencioso, con colorido y armonía. Yo también lo elegí por eso. Pero confío en que entenderá que su reiterada actividad urinaria no contribuye en absoluto a mantenerlo en condiciones. El hedor que emana ya es incompatible con la respiración. Además empieza a teñirse de amarillo oscuro la esquina a la que usted le ha tomado tanto cariño.

Es por esto que, después de habernos reunido los vecinos y haber realizado las votaciones pertinentes, hemos decidido por mayoría absoluta comprarle a usted un orinal. No tiene más que entrar en el portal y pedírselo a Jacinto, el portero, que se lo entregará de mil amores.

Sin intención de robarle ni un poco más de su precioso tiempo de yonqui, le saluda, etc.

lunes, 17 de noviembre de 2008

JUGUETES ROTOS

Me da miedito ver cómo muchos blogs se van abandonando. Algunos se cierran con mensajes de despedida, otros no. Pero ahí quedan, olvidados.
Es inquietante. Internet se está convirtiendo en un macro-cementerio de blogs.

SONRÍA, POR FAVOR


Mientras el gato remueve la arena, con ese ruidito que toca un poco los huevos a veces, yo entro en trance y me pongo a pensar en los matones tumbada en mi sofá. Porque hay un montón de matones sueltos que, para colmo, cobran sueldos a final de mes. Algunos llevan placa y uniforme; otros sólo llevan uniforme, y otros no llevan nada. Me preocupa. Uno no sabe dentro de qué cuerpo hay encerrado un matón.

Vigile sus espaldas y, sobre todo, sonría a los desconocidos. A todos. Siempre.

lunes, 10 de noviembre de 2008

HOY EN LAS PERLAS DE LEKUONA PRESENTAMOS:

Con motivo de la inauguración de esta sección, hoy incluiremos un breve prólogo explicativo para que todos puedan comprender la magnitud de las sandeces que aquí se publicarán.

PRÓLOGO EXPLICATIVO: J.A. Lekuona fue corresponsal en Irún para un periódico que ya no existe, que se llamaba La Voz de España. También trabajó en Radio Irún. Era (es) un hombre con un sentido de la lógica muy personal (y poco transferible) y una torpeza pasmosa en el arte de combinar las palabras. En esta sección haremos un viaje por sus inolvidables meteduras de pata.

"El cadáver presentaba heridas, al parecer mortales".


lunes, 3 de noviembre de 2008

Si fuera libre, sería justa.

En días como éste, cogería un objeto contundente y me lanzaría a la calle a agitarlo y a bramar cosas inconexas. Le dedicaría, qué sé yo, un par de horas a esta actividad. Luego, si la Policía no me hubiera detenido, volvería a casa mucho más relajada y me daría un baño de sales. Y ya, con esa paz que sólo las personas libres conocen, haría esa llamada que tengo pendiente. Para insultar nada más que lo justo, sin excederme.
Qué quieren que les diga, valoro mucho la justicia.

viernes, 31 de octubre de 2008

Yo sobreviví al Fin del Mundo



Ayer fue el 70 aniversario del programa de radio que recreó La Guerra de los Mundos, y que hizo que miles de personas perdieran los papeles. Y así, pensando-pensando, me viene a la cabeza un Momentazo Vital que me gustaría compartir con ustedes.

Era septiembre, poco antes de empezar el curso. Acabábamos de mudarnos de piso y, como no había clase, pasábamos los días
bebiendo cerveza, redecorando nuestra vida y, en definitiva, reforzando los pilares de nuestra joven República Independiente . Éramos felices.
Una tarde, tumbados mientras veíamos la serie de turno después de comer, se interrumpió la emisión para dar paso a un especial informativo. El presentador, con aire enigmático, explicó que se acababan de localizar varias naves espaciales tan grandes como Madrid, que se estaban colocando estratégicamente sobre diferentes ciudades del mundo. Mostraban imágenes de las naves, y un mapa que las localizaba con mucha precisión. Casi me me muero del susto.
Con un ataque de nervios que no soy capaz de describirles, me lancé hasta la ventana, convencida de que alguna de estas naves se debería ver desde allí. Miré y miré, pero nada. Después, me tiré sobre el mando a distancia y zapeé compulsivamente, buscando más información en otros canales. Nada. Vuelta a la ventana. Nada. Descolgué el teléfono y llamé inmediatamente a un amigo que trabajaba en un periódico, convencida de que él podría decirnos algo. Pero no sabía de qué coño le estábamos hablando. No me lo podía creer.
Ahí estábamos mi amiga, su novio y yo, de pie en mitad del salón, con un ataque de histeria brutal, venga a gritar "¿qué hacemos? ¿qué hacemos? ¿qué hacemos?". ¿Cómo se escapaba uno de una invasión extraterrestre global?
Me puse a llorar. Estaba ACOJONADA. ¿Qué iban a hacer los extraterrestres? ¿Cómo serían? ¿Iba a volver a ver a mis padres? En ese mismo segundo, sonó el teléfono. Era mi amigo, el del periódico: lo que habíamos visto en la tele era sólo parte de la promoción de una superproducción norteamericana sobre una invasión alienígena. Acabáramos.

Sólo si usted alguna vez se ha sentido ridículo, pero profundamente profundamente ridículo, entenderá de lo que les estoy hablando. Si no, no. Pero también puedo decir con orgullo que yo sobreviví al fin del mundo, y usted no.

miércoles, 29 de octubre de 2008


A T E N C I Ó N
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Si quiere tener un viaje en el tiempo

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lunes, 20 de octubre de 2008


Esto del Facebook cada día se pone más divertido. Hoy me ha agregado Pedro Almodóvar. A ver si mañana hay suerte y me agrega Bruce Springsteen.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Mercedes Milá debería reinventarse a sí misma, como Madonna.

Si no fuera porque cambian las caras de los concursantes y retuercen las normas cada año un poco más, juraría que este país vive un único Gran Hermano interminable que dura ya 10 años. Una especie de Día de la Marmota a lo bestia.

martes, 14 de octubre de 2008

Caminar en Línea Recta


Siempre he tenido un conflicto muy serio con los figurantes con frase de la vida, y en particular con los que intentan venderte cosas. Pasar por la calle Preciados es una especie de odisea interminable. Ya nada los detiene: no importa que vayas con cascos, hablando por teléfono, cargada con 237 bolsas de la compra, llorando a moco tendido. Ellos van a tratar de pararte para que les escuches y te unas a su causa, para darte uno o varios folletos, para que visites su bar, o para venderte a su abuela. Pero ahora, eso se acabó.

Se acabaron los Hombres Anuncio y los repartidores de folletos. Gallardón ha propuesto modificar la Ordenanza Reguladora de Publicidad Exterior. Dice que ese trabajo es "vejatorio". Y se armó el Belén.

Seamos francos: la idea de poder pasear por el centro sin que te ametralleen es bastante guay. Hace tanto tiempo que dibujo curvas para esquivar a los figurantes con frase, que ya no me acuerdo de lo que era caminar en línea recta. Pero de ahí a que Gallardón decida lo que es digno o indigno para los demás... eso es muy diferente. Calculo que para muchos de ellos, ésa es la única opción de trabajo. Y también calculo que para ellos debe de ser bastante más "vejatorio" tener que mendigar. Francamente, es más "vejatoria" la propuesta de Gallardón que el trabajo en sí.

Me parece muy buena la sugerencia que han hecho desde otro partido: "un plan de empleo para recolocar a todos los hombres anuncio en empleos que a Gallardón le parezcan dignos". Mientras tanto, y hasta que a alguien se le ocurra una solución mejor, el resto nos manejaremos en ese territorio intermedio entre el agotamiento y la empatía, resoplando para dentro. A ver qué remedio.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Un Desahogo


Si alguno de ustedes tiene dudas acerca de la miseria de la condición humana, que se pase un rato por una comisaría. Allí hay dos tipos de seres miserables: los presentes y los ausentes.
Los PRESENTES son los señores funcionarios policías, que suelen ser una panda de acomplejados que eyaculan todas las mañanas cuando se ponen el uniforme. Tratan a los ciudadanos como si fueran unos imbéciles que están pasando el rato en la comisaría por diversión.
Los AUSENTES son los señores ladrones hijos de puta, responsables de que los ciudadanos tengan que ir a la comisaría a poner denuncias, como el valiente ejemplar que hoy le ha robado el bolso a una anciana diminuta a punta de navaja. O como el ejemplar que me duplicó la tarjeta y me vació la cuenta corriente. Señores ladrones hijos de puta, búsquense un trabajo. El de policía les iría perfecto: eyacularían todas las mañanas.

Y ahora, si me disculpan, me voy al balcón a gritar un rato.

Fe de erratas: La descripción de los PRESENTES se refiere exclusivamente a los señores funcionarios policías de la comisaría de Leganitos, porque los señores funcionarios policías de la comisaría de Chamberí (que conocí al día siguiente) resultaron ser ángeles misericordiosos inteligentes y leídos.


lunes, 22 de septiembre de 2008

de BALDOSAS Y OTROS SERES EXTRAÑOS


En mi calle, están poniendo baldosines con puntitos en relieve en algunas partes de las aceras. Yo no me había dado cuenta. Es lo que tiene Madrid, que hay tantas obras todo el rato, que llega un momento en que uno consigue ver a través los andamios, las obras y los obreros. Pero el otro día, por fin, me di cuenta de que estaban ahí.
Salía del mercado con mis puerros, mis apios y mis zanahorias (qué gustito que ya empieza a ser época de caldo otra vez) cuando escuché una conversación entre un obrero y un transeúnte que pasaba la mañana apoyado tranquilamente en la barandilla.

OBRERO- ... pero que esto es porque lo piden ELLOS.
TRANSEÚNTE- Menuda gilipoyez, eso no sirve pa ná. Ná más que pa molestar to'l día con las obras, coño.
OBRERO- Que le digo que sí, que es una cosa que s'an inventao ellos, hombre!
TRANSEÚNTE- Bueh...
OBRERO- Que así ellos SABEN cuándo llegan al paso de cebra, porque ellos lo notan que cambia el suelo.
TRANSEÚNTE- ¿Y no es más fácil ponerles semáforos de ésos que pitan, y punto?
OBRERO- ¡¡Pero que no hay semáforos en todos los pasos de cebra!! ¡Hombre, por Dios!

Me parece una idea buenísima lo de los baldosines con puntitos. Buenísima.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

mini-orgasmos

Me quedaría a vivir en esta canción.

Seguro que en esta canción no se pagan impuestos, el hOmbre de tu vida también te quiere a ti, la menstruación ni mancha ni duele y el tabaco es bueno para la salud.


sábado, 6 de septiembre de 2008

Yo me pregunto

YO ME PREGUNTO por qué será contagioso el bostezo.



La risa también puede ser contagiosa. Y el llanto. Pero ésos son estados de ánimo.
El sueño es un estado físico. ¿No debería, entonces, ser contagioso también el ardor?

jueves, 4 de septiembre de 2008

Ignorante, pero Viva


"Desde que se proyectó el Gran Colisionador Relativista de Iones (RHIC), el estadounidense Walter Wagner y el español Luis Sancho han afirmado que existe la posibilidad de que el funcionamiento del LHC desencadene procesos que, según ellos, serían capaces de provocar la destrucción no solo de la Tierra sino incluso del Universo entero". Wikipedia.

Si te sientas delante del ordenador a buscar información sobre este AparatoMisteriosoGigante que han construido entre Francia y Suiza, no encuentras nada tranquilizador. Le van a dar al PLAY el miércoles que viene, y los científicos que pretenden calmar las aguas aún hablan en condicional. Parece que nadie sabe a ciencia cierta lo que puede llegar a pasar. Quieren conocer los orígenes del Universo. A cualquier precio. Pero yo no. Yo no tengo tanta curiosidad.

Si existe un riesgo, por muy pequeño que sea, aunque sea un NanoRiesgo, no quiero asumirlo. Pero para variar, nadie nos ha preguntado. Y, para variar, han usado dinero público: 55 millones de euros del Gobierno español. Como vamos tan bien de pasta últimamente, nuestros gobernantes han pensado que era buena idea invertir en ciencia el excedente de capital. Ah, no, espere. Que NO HAY excedente de capital. Pero decía...

A usted le han preguntado: "¿Ey, quiere que usemos su dinero para ponerle en peligro?". Yo vivo feliz en la ignorancia. Ignorante, pero viva al fin y al cabo.

miércoles, 27 de agosto de 2008

UnEsquemaDelAmor

"Ana, mi mujer. Por cinco años. Ana y Fernando, Fernando y Ana. Las fintas del amor duraron tres: dos años para creer que nos queríamos y sólo uno para convencernos de que no. Después el deterioro, otro año inacabable. Los larguísimos silencios, el regreso a la palabra sólo para agraviarnos. Y el último, destinado a convencer a los cuerpos de que ya no se necesitaban".

Ojo, lo dijo Benedetti (no yo). Me alivia pensar que no estoy sola en el escepticismo, pero me aliviaría más que alguien me convenciera de que estoy equivocada.

domingo, 10 de agosto de 2008

Hoy traigo una mala noticia: LA FELICIDAD ES UN BIEN LIMITADO. La felicidad es como un bizcocho. Para que tú te puedas comer el trozo más grande, otro se está comiendo el trozo más pequeño.

Para que tú consigas un puesto de trabajo, otro llora porque se ha quedado sin él. Para que a ti te den una beca, otro llora porque no se la dieron. Para que a ti te toque la Lotería de Navidad, otro llora porque no le tocó. Para que tú te lleves al tío de tus sueños, otra llora porque se ha quedado sin él.
Detrás de tu felicidad, siempre hay alguien sufriendo.

Cómetelo como puedas.


jueves, 7 de agosto de 2008

La Chistorra Mágica


La historia que sigue es bastante antigua. Me pasó hará más de 4 años. Podría mentirles, fingir que me ha pasado esta misma mañana. Al fin y al cabo, es una de esas historias atemporales que se ven todos los días en todos los mercados del país, probablemente del mundo.

Fui a la charcutería, a comprar un cuarto de kilo de pavo en lonchas finas. Delante de mí estaba un anciana menuda, muy frágil, de ésas a las que instintivamente uno quiere ayudar a llevar las bolsas (aunque luego no se atreva a ofrecerse a hacerlo, pero ése ya es otro tema).
La mujer pidió jamon de york, con un hilillo de voz casi imperceptible. El charcutero, un hombre MuyGuaySociableDeLaVida, le sugirió a la anciana que se llevara también una ristra de chistorra. "Está deliciosa, ya verá, y la tengo en oferta". La anciana respondió que no. "Es que tiene mucha grasa, y a mí no me hace bien". El charcutero hizo oídos sordos, y siguió con su arenga pro-chistorra. "Está buenísima, ya verá, y ésta no tiene nada de grasa". ¿Chistorra sin grasa? ¿Pero eso es posible? ¿No sería como tortilla sin huevos? La anciana seguía rechazando la oferta del charcutero MuyGuaySociableDeLaVida. "Muchas gracias hijo, pero yo no puedo tomar grasa". Estaba claro que el charcutero necesitaba colocar sus chistorras como fuera, y mientras cortaba el jamon york, siguió peleándolo. "¿Pero qué tontería es ésa? Es muy fácil, mujer. La pone en un plato, la mete en el microondas, y toda la grasa se queda en el plato". ¿Pero no habíamos quedado en que su chistorra era mágica y no tenía grasa? "De verdad que no, majo, muchas gracias".
A esta altura de la conversación, el charcutero ya había acabado de envolver el jamón de york. "¿Le pongo alguna cosita más?". La anciana respondió que no y el charcutero metió el paquetito en una bolsa de plástico. A continuación, y para mi más absoluto asombro, cogió un ristra de chistorra y se la metió también en la bolsa, sin parar de hablar. "Y le voy a poner también la chistorrita, ¿eh?, y ya me contará lo rica que está". La anciana, sin fuerzas ya para seguir negándose, sacó la cartera y acabó pagando el jamón y la chistorra de las narices. Y se marchó.
Yo, enfadadísima como estaba con el charcutero MuyGuaySociableDeLaVida, pero sobre todo conmigo misma por no haber hecho nada, hice lo único que estaba ya en mis manos. Marcharme, sin comprarle el cuarto de kilo de pavo en lonchas finas. Ya lo sé: una mierda de microvenganza, pero cada uno hace lo que puede.

jueves, 24 de julio de 2008


Desde que a Rajoy le han hecho un transplante de cerebro, ya no sé contra quién canalizar mi ira. Voy pegando patadas a la gente por la calle.
Estoy confusa.

lunes, 21 de julio de 2008

SEX IN THE CITY


A mí me encantaría vivir en un mundo en el que ver a dos personas follando en la calle no fuera más noticiable que verlas jugando a las cartas.
Lo digo así, de una forma intuitiva, que tampoco me he puesto a pensar en lo que supondría la normalización extrema del sexo. También lo digo así, con la boca chica, que al fin y al cabo soy vasca y, por tanto, soy la reina del pudor.
Pero aún así, lo digo: me encantaría.


Nota al pie: Supongo que en un mundo como éste, el equivalente a que alguien te escupa sin querer en el zapato sería que alguien te eyacule sin querer en el zapato.


jueves, 17 de julio de 2008


"V" de vacaciones.

Si no fuera por el hilo musical del hotel, diría que he sobrepasado los umbrales de la Felicidad.

martes, 15 de julio de 2008

RotundidaD


Hay una anécdota que se cuenta en los círculos de guionistas que es muy ilustrativa de los tiempos que corren.

Se ve que, durante una reunión en la que estaban revisando una secuencia, uno de los asistentes dijo sobre uno de los diálogos: "Esto no es creíble: ¡un extraterrestre nunca diría esto!".
Claro. Como este señor conocía a un montón de extraterrestres, sabía empíricamente cómo se expresan. De ahí la rotundidad.

Son malos tiempos para la rotundidad. Ya no siempre lleva premio. Ahora casi siempre viene hueca.


sábado, 12 de julio de 2008

FACILÍSIMO

Una de las cosas que más me fascina del sexo es que no hace falta NADA para practicarlo.

Es portátil, luego s
e puede practicar en cualquier lugar.
No necesita accesorios, luego se puede practicar en cualquier momento y sin haberlo planeado.
Es gratis.

No hay muchas actividades divertidas que cumplan estas condiciones.

jueves, 3 de julio de 2008

PitonisA: un post lleno de prejuicios


Sí, fui a una pitonisa. Hace 3 meses.

Me dijo LaPitonisa: "Entre mayo y agosto conocerás a un bohemio, uno que pinta o algo parecido, te enamorarás y te irás a vivir con él".
No por favor, por favor no. Con la pereza que me da el Mundo PerroFlauta. ¿Un bohemio? Que ya no tengo 15 años, oiga. ¿Adónde voy yo con un bohemio?

Desde aquel día, miro de reojo a todos los bohemios que me cruzo, y cambio de acera para burlar al destino. Pero el destino sabe más que usted y que yo. Y ayer, a pesar de haber tomado todas las medidas de precaución imaginables, apareció ElBohemio. No me pude escapar: tenía que trabajar con él durante 2 horas.

Era el bohemio más sexy de la historia de los bohemios. Y, sin embargo, tenía el aspecto de un bohemio de manual: pelo largo y recogido, con una cinta en plan diadema, ropa del Rastro de los pies a la cabeza, con perro, y un ritmo vital lento tipo MeHeFumadoUnPorro. Todos los ingredientes que componen la antilujuria en mi cabeza. PERO era la lujuria personificada.

Cuando pasaron las 2 horas, se acabó el trabajo y se acabó el bohemio. Francamente, tuve la tentación de acercarme. Pero, ¿saben qué? Me dio pereza. Había demasiada tarea por delante para que su mundo y el mío pudieran llegar a tener algún punto de conexión. Demasiada tarea. Creo que el amor tiene que ser más fácil. ¿Qué quieren que les diga? Con la edad, me he vuelto una vaga.

jueves, 26 de junio de 2008

LosPormenoresDeLaCrisis


Ya es oficial: hay Crisis.

Hoy he ido al Starbucks, a pesar de que es un lugar que no comprendo, a por mi CafeConLecheDeSojaYhielosPorFavor de los miércoles 25. Esta vez, gracias, no me han preguntado el nombre: me han permitido mantener el anonimato. Después de cobrarme, la señorita camarera ha estirado el dedo, señalando al fondo de la barra, y me ha dicho, sin mirarme: "te lo dan ahí". Ok, perfecto. P'allá que voy.

Apoyada en la esquina de la barra, una clienta. Una chica normal y corriente. Ni alta ni baja, ni fea ni guapa, ni gorda ni flaca, sino todo lo contrario. Una chica del montón, pero de la parte de arriba del montón. Aparte de ella, nadie más en la barra. Me he colocado a su lado, como una niña obediente, a esperar mi café, mientras aprovechaba para enviar un par de sms que tenía pendientes. Ahí estaba yo, con un ojo en el móvil, y el otro en la barra, cuando uno de los camareros ha colocado un CaféConLecheConHielos encima de la barra. "¿Será el mío?", he pensado en una milésima de segundo. Pero inmediatamente, la ChicaDeLaParteDeArribaDelMontón lo ha cogido y se ha marchado con prisa. "Ah, no, no es el mío", he pensado y he vuelto a mi móvil.

Un ratito después, viendo que no había ningún cliente más en la barra, y que los camareros estaban de palique, he preguntado por mi
CafeConLecheDeSojaYhielosPorFavor. "Ya te lo he puesto", me dice uno de los camareros. "Nono", respondo, "el que habéis puesto era de una chica". Los 4 camareros se giran, como coreografíados, hacia mí. "No, ése era el tuyo", me responde otro camarero. "Pero, ¿esa chica no estaba esperando un café?", pregunto flipando en colores. "Nono, esa chica no había pedido nada".

Conclusión: la ChicaDeLaParteDeArribaDelMontón me ha robado el café. Alucina, vecina. La muchacha estaba esperando en la esquina de la barra a que saliera un café, cualquier café, para llevárselo a la velocidad del rayo. ¡¡Un puto café!!

Si ésta no es la prueba empírica de que la crisis nos está comiendo a todos a bocaditos de camarón, yo ya no sé cuál puede ser.

lunes, 23 de junio de 2008

¿Por qué tantos seres humanos celebran las cosas haciendo ruido?

Les juro que yo no entiendo la relación que existe entre la felicidad y el sonido.

Al próximo que toque una bocina de fútbol a menos de 100 metros de mí, se la incrusto en el ano.


Me angustia darme cuenta de lo pequeño que es mi mundo.

"A fecha de hoy, hay unos 41 cadáveres en los últimos 800 metros que conducen a la cima del Everest. Casi todos en la cara norte, muchos en la misma ruta de escalada por la que pasan los alpinistas, que les han puesto nombres familiares. Uno de los más conocidos es "el saludador", a quien la muerte dejó un gesto de bienvenida. Otros cuerpos, como el de la japonesa Shiroko Ota, aún cuelgan de la cuerda que debió ayudarles en el descenso. Nadie los retira, salvo raras excepciones. La falta de oxígeno lo convierte en un verdadero problema, y pocos están dispuestos a asumir ese riesgo..."

Fogonazos

jueves, 19 de junio de 2008

InConformista



Ahora, las parejas se están separando. Uno no sabe por qué, serán energías cósmicas. Dios o uno de sus homólogos sabrán. Pero esto claramente va por rachas: de golpe, la gente se separa en masa, como si fuera un libro de Saramago.

Una amiga mía se está separando. Llora y llora desconsolada, se arrastra por el asfalto como un gusano, se retuerce de dolor contra las paredes. No entiende la vida sin él. Y yo no entiendo nada, en general. Hace años que dejaron de tener sexo, que el sexo se ha convertido en un tema tabú, en un quiste imposible de desenquistar. Su relación es pura cordialidad, compañía asegurada al llegar a casa después del trabajo, un abrazo de buenas noches.

¿Saben qué creo? Que es absolutamente inevitable que el amor se convierta en eso con el tiempo. Que la monogamia es un plato de buen gusto los primeros años, y una mentira impuesta después. Que el amor, el de verdad, no el cariño, tiene fecha de caducidad. Y que, con los tiempos que corren, muy pocos estamos dispuestos a pagar el precio que supone una vida de escaparate a costa de unas sábanas limpias.

Y, sin embargo, hay gente que lo paga. No consigo entender por qué. De verdad. Debe de ser por la seguridad, por el orden, por la tranquilidad.

Yo, discúlpenme, soy fan de la pasión, del caos y la adrenalina. Entiéndanme, no desprecio el amor tranquilo, pero siempre que siga siendo amor. No entiendo una relación de otra manera. A lo mejor es porque aún soy demasiado joven. Espero que la madurez no me haga conformista.


miércoles, 11 de junio de 2008

AnunciosPorPalabras

BUSCO NOVIO PARA COMPARTIR PISO

¿Por qué los mejores pisos son "Ideal(es) para pareja"? ¿Es sólo otra manera de decir "es demasiado caro para uno solo, pero es que no cabe más gente"?

lunes, 9 de junio de 2008

CagoEnLaPuta



Hoy me han llevado en uno de esos coches elegantes con cristales tintados, uno de ésos que parece que se inventaron para llevar sólo a políticos, de ésos que se diría que vienen con chófer de serie, de ésos en los que te sientas estirada automáticamente, y no te sale decir cagoenlaputa.
El señor conductor era un hombre encorbatado muy educado y afable. Pero sordo. El hombre estaba sordo.

Nada más poner el motor en marcha, ha empezado a sonar un pitido. Un biiip-biiip ligeramente molesto. "Vaya", le he dicho al afable conductor con la cortesía que el contexto exigía, "o usted o yo nos tenemos que poner el cinturón". "Naaa, no hace falta, señorita", me responde, "que vamos a ir despacito". El coche, que era de últimisísima generación, creo que ha entendido las palabras del conductor afable, porque se ha puesto a pitar más fuerte, más agudo, y más deprisa. Pero a él no parecía molestarle ni un poquito. A mí, en cambio, sí. Treinta segundos después, el pitido se ha duplicado en intensidad y velocidad, hasta convertirse en un biiiip contínuo corrosivo y completamente insoportable. El señor conductor afable, créanme que no les miento, no movía una ceja.

Por fin, cuando estaban a punto de sangrarme los tímpanos, el pitido se ha parado solo. "Aaaah", he pensado para mí, "que el pitido se acaba y ya está, vale, vale, ahora entiendo". PERO en ese preciso momento, me he dado cuenta de que la voz del GPS llevaba un buen rato repitiendo "Cuando pueda, gire a la derecha; en la siguiente, gire a la derecha; dé la vuelta cuando pueda". Con sutileza, he mirado de reojo el mapa en la macropantalla y me he dado cuenta de que el GPS nos estaba indicando que fuéramos en dirección contraria a nuestro destino. "Disculpe", le digo haciéndome la tonta, "¿estamos yendo a la calle Princesa, no?". El GPS seguía insistiendo
"Cuando pueda, gire a la derecha; en la siguiente, gire a la derecha; dé la vuelta cuando pueda". El afable conductor sordo me resonde con amabilidad "Sí, señorita, sí. Es que este cacharro aún tiene puesta la dirección de su casa de usted, señorita, por eso nos dice que volvamos". "Ah, claro", respondo como si tuviera sentido. En ese preciso instante, mientras me esforzaba en entender por qué no apagaba el GPS de una puta vez si no lo estaba usando, con esa voz taladrándome la cabeza, he dado un bote cuando el pitido del cinturón ha empezado a sonar otra vez. Desde el principio.

Veinte minutos de trayecto: un total de siete veces ha sonado nuestro particular hit completo de PonteElCinturón y un total de 129 veces ha repetido la voz del GPS que demos la vuelta. Todo ello, bien condimentado con un sonido de fondo de la Cope. Y al afable conductor, máximo exponente de la ignorancia de las ventajas del progreso, no se le ha movido un pelo. Ha tenido suerte, mucha suerte, de que fuéramos en uno de esos coches elegantes de cristales tintados en los que no te sale decir ¡cagoenlaputa!

martes, 3 de junio de 2008

FORmateo


Qué cosa rara es la memoria, oiga.
Dicen que el cerebro discrimina, que se olvida de las cosas que no va a necesitar y hace hueco para las cosas que sí le harán falta. Mentira. Y mentira de las gordas.
Mi memoria es de lo más caprichoso. Puede retener los ingredientes de los gusanitos, y ser incapaz de retener la cita con el ginecólogo. Me olvido del nombre de mis compañeros de trabajo, pero no me olvido de los diálogos de Dirty Dancing ("Me da miedo lo que vi, me da miedo lo que soy, pero sobre todo, tengo miedo de salir de esta habitación y no volver a sentir lo que siento estando contigo"), que ya me dirá usted para qué coño me sirven.
Hoy me he cabreado seriamente con mi memoria. Como me ha entrado un ataque de morriña, me he puesto a buscar la banda sonora de mi adolescencia: Urtz, Sorotan Bele, Hertzainak, etc. Pues bien, casi me caigo del sofá cuando me he descubierto cantando hasta la última coma de canciones que hacía más de diez años que no escuchaba. Sí. Estoy muy enfadada: nunca consigo acordarme del título del libro que estoy leyendo, y resulta que puedo recitar kilos de canciones del siglo pasado.
Quiero formatear el disco duro, oiga, ¿a qué boton hay que darle?






domingo, 1 de junio de 2008

CosasQueNo

Hay cosas que no. Definitivamente, y lo mires como lo mires, no.

Hoy, en CosasQueNo, hablaremos de esos especímenes del sexo masculino que confunden las normas básicas de la seducción.

Son muchos -de una forma preocupante son cada vez más- los especímenes del sexo masculino que, cuando van por la calle y descubren a una chica que les gusta caminando cerca de ellos, emiten
un sonido parecido a un psssssh-pssssssh susurrado (lo de "susurrado" es importante, porque lo hace nauseabundo hasta la arcada). La chica, que oye algo pero no sabe qué es ni de dónde viene, mira a su alrededor un poco confusa, hasta que se topa con la cara del especímen del sexo masculino, que suele ser siempre un circo temático de gestos obscenos y palabras aspiradas.

Yo me pregunto: ¿qué esperan conseguir estos seres humanos?
¿Piensan que la chica sacará un papel y les apuntará su número de teléfono? ¿Piensan que la chica se frotará la lengua contra el labio superior y se pellizcará los pezones? ¿En qué coño piensan estos imbéciles cuando hacen eso?

miércoles, 28 de mayo de 2008

Chica, qué práctica...


Pasaba hoy por la Plaza Colón y, como hacía viento, la discreta bandera española de 294 metros cuadrados (8 veces mi salón) ondeaba con todo su esplendor. Y me he dicho:

"Chica, mira qué práctica esta bandera... ¿Que vas paseando y, de repente se te olvida en qué país estás? ¡Zas! Ahí tienes la bandera. ¿Que te cruzas con un grupo de vascos/catalanes hablando en sus extraños dialectos y tu patriotismo se tambalea levemente? ¡Zas! Ahí tienes la bandera. Chica, qué práctica la bandera..."


HOY, EN FRASES DE LA CALLE QUE LE REGALO AL MUNDO, PRESENTAMOS:

"En un acto de rebeldía, hoy me he puesto un blazer en lugar de la americana".

Frase recogida durante un vuelo del Puente Aereo, zona Bussiness, en un día en que era festivo sólo en Madrid. El autor, un jovencísimo ejecutivo repeinado que comía cacahuetes compulsivamente, se lamentaba en tono jocoso con sus colegas ejecutivos de tener que trabajar ese día. A LaFrase, le siguió una sonora carcajada colectiva.
Esta servidora, que observó detenidamente la indumentaria del sujeto, aún no comprende la diferencia entre las mencionadas prendas de vestir.

domingo, 25 de mayo de 2008

Carpeta, Espejo Del Alma


"El que se va sin que lo despidas, vuelve sin que lo llames".
Ésta es una de esas frases con las que las adolescentes sobrehormonadas decorábamos nuestras carpetas del colegio a finales de los 80. Las escribíamos justo entre la foto de Kirk Cameron y la de Patrick Swayze. Nos las intercambiábamos entre nosotras como si fueran secretos, las grandes verdades que mueven los mecanismos del Universo. Era
SuperEmocionanteTía ir a comprar La Carpeta a principio de curso, inmaculada y limpita, e ir llenándola con frases cursis y fotos de la SuperPop. Luego, la paseábamos por los pasillos como si fuera un trofeo, tan contentas, con nuestro acné y nuestros vaqueros remangados hasta media pantorrilla.

Había frases verdaderamente lamentables, como aquélla que decía: "Si fuera superman, te llevaría volando; pero como no lo soy, te jodes y vas andando". Ésta era más de chicos, las cosas como son. Nosotras éramos más de "
El amor no es aquello que queremos sentir, sino lo que sentimos sin querer" que, quieras que no, tiene otra profundidad (no sé muy bien cuál pero, definitivamente, tiene otra profundidad).

También teníamos la costumbre de llenar la carpeta con corazoncitos rojos. Los solíamos pintar con esos bolis gordos de diez colores, que eran lo más parecido a un viaje a Eurodisney. Llenábamos la carpeta con corazoncitos, y con el nombre del chico del momento. Como yo siempre fui voluble, mi carpeta más bien parecía la lista de la compra: venga nombres y, al lado, más nombres tachados, y tipp-ex, y más nombres encima del tipp-ex. Un festival de la inconstancia.

Yo me pregunto, con bastante curiosidad, cómo serán las carpetas de las adolescentes de ahora. Llámenme abuela, pero me las imagino llenas de drogaína y cruces invertidas.

miércoles, 21 de mayo de 2008


Las dependientas de la sección de películas de El Corte Inglés son la combinación perfecta entre una maruja de Parla y un cinéfilo de Malasaña. Me fascinan.

Ayer me acerqué para comprar una de las mejores pelis que he visto en los últimos tiempos. Se llama El Arco, y es de un director surcoreano que se llama Kim Ki-Duk. Convengamos que no es un nombre fácil de recordar, a mí se me olvida casi siempre, a pesar de que me encanta.
Pues bien, como no encontraba el dvd en cuestión, me acerqué a una de estas dependientas fascinantes, para que me echara una mano. "¿El Arco? Uy sí, sí, me suena...", me dice mientras se retoca el cardado para pensar mejor. "Es de Kim Ki-Duk, un director surcoreano", le explico, por si tienen las películas ordenadas por países. Se acerca con pasitos pequeños, pero sorprendentemente rápidos, hasta una estantería y empieza a mover los dvd's con una seguridad y una violencia que me dejan de piedra. Tal es su violencia, que dos o tres dvd's se caen al suelo. No se inmuta, y yo me agacho a recogerlos. Mientras, ella (se) repite el nombre del director: "kin-klidú, kin-klidú... ¿ése es el de Hierro 3, ¿verdad?". Se me abre la boca como a los tontos. "Sí, eso es, ése mismo". Ella sigue repitiéndo(se) el nombre y moviendo dvd's: "
kin-klidú, kin-klidú... ¡Charo!", le grita a otra compañera, "¿las de kin-klidú dónde estaban?". Charo se acerca, servicial. Lleva las uñas más largas que Florence Griffith Joyner. "Uy, no quedan yo creo, ¿eh? Te lo miraría en el ordenador, pero es que se nos ha ido", me dice. "¿Qué se ha ido?", pregunto. "El ordenador, que se nos ha ido". Entiendo que no es que el ordenador haya hecho la maleta y haya puesto pies en polvorosa, sino que se les ha caído el sistema (qué expresión más absurda, por cierto). "Bueno, no se preocupen", les digo, y me llevo Funny Games.


viernes, 16 de mayo de 2008

Poner Bote


Créanme si les digo que llevo más de una hora intentando solicitar el borrador de mi declaración de Hacienda, y aún no lo he conseguido. Quiero ser buena ciudadana, contribuir con el Estado del Bienestar. Quiero poner bote, vaya. No porque tenga un espíritu cívico superdesarrollado, sino porque no quiero que me persiga la Policía, básicamente. Ya veremos después cuántos misiles más compran Ellos con nuestro dinero, cuántas ceremonias lujosas celebran con nuestros cuartos, cuántos modelitos le compran a Leonor, cuántos pisos oficiales redecoran... mientras las colas de los centros de Sanidad Pública dan la vuelta a la manzana por falta de personal y presupuesto.

Pero yo quiero poner bote. He llamado a nosécuántos números de teléfono diferentes, he hablado con un montón de máquinas encantadoras. Y aquí sigo, con cara de estupor, móvil en mano, incapaz de conseguir que se me conceda mi derecho a cumplir con mi obligación.

lunes, 12 de mayo de 2008


Querido SerQueMueveLosHilos,

Venía a pedirle que, por favor, pare de una vez el mecanismo que provoca las casualidades y que ya viene dejándome de piedra con demasiada frecuencia los últimos meses.
Como broma, ya no tiene gracia.

Atentamente,

LaVíctima
(a.k.a. EternaAprendizDeVerdugo)

sábado, 10 de mayo de 2008

Las tiendas de los museos son lo más. Tienen por docenas ese tipo de preciosismos inútiles que me vuelven loca. Ayer estuve en la de CaiXa FoRum MaDrid y me hice con esto:


No, no hablo del muñeco de madera, que ése es de Ikea. Hablo de esa maravilla de cinta de puntitos que está arriba, y que reza "ábrete". El sistema es así:



Uno tiene que tapar con el rotulador los puntitos que sobran, hasta que se vayan formando las letras que quieras. Y ahora, tengo que contenerme para no llenar la casa de etiquetas absurdas, como una que diga "jarrón" pegada en el jarrón, o una que diga "mesa" encima de la mesa.

Soy tan feliz tapando puntitos, que no puedo entender cómo he vivido 31 años sin hacerlo.



domingo, 4 de mayo de 2008

Perdonar Mola


Pienso mucho en ese momentazo de la Lista de Schindler en que Ralph Fiennes levanta los dedos y dice "Yo te perdono". Me encanta cómo el tipo convierte el Perdón en el mayor símbolo de poder posible. Perdonar mola. Es muy difícil hacerlo bien, pero mola.

Por suerte, no he tenido demasiadas oportunidades de poner a prueba mi heroicidad con esto del perdón. Pero sí, alguna he tenido. ¿He pasado la prueba? A veces sí, a veces no.

Cuando te ves en esa disyuntiva, con la persona que te ha jodido delante de ti, pequeñita pequeñita, mirándote con cara de cordero degollado, tu cuerpo pasa por una montaña rusa emocional de AgárrateYNoTeMenees. Por un lado, están el dolor y la rabia, ese instinto de arrancarle todos los pelos de la cabeza en grupos de 5 unidades como máximo; y por otro, están la empatía y el cariño, la compasión. La cabeza pone en marcha a mil por hora los mecanismos para poder comprender POR QUÉ te han podido putear así, para poder justificarlo como sea.

Porque, no sé ustedes, pero yo suelo querer perdonar. Sólo que a veces, no sé hacerlo. Estos mecanismos míos no deben de ser de última generación. A veces faltan piezas, o las ruedas no están los suficientemente engrasadas. Pero otras veces, sí. Otras veces he podido hacerlo.

No me las voy a dar de Teresa de Calcuta, porque les estaría mintiendo. No creo en el Perdón Absoluto, porque lo que se ha roto, roto está. Pero sí creo en el Perdón Suficiente.

... tan poco inspirada última-mente...

domingo, 27 de abril de 2008


Desde los umbrales del orgasmo, les saludan una servidora y su nueva adquisición. Por favor, llamen antes de que me lo roben.