martes, 24 de febrero de 2009



Tengo la inquietante certeza de que en los probadores de las tiendas de ropa multinacionales hay cámaras detrás de los espejos. Para saber por qué los clientes compran o no compran. Es demasiado práctico como para no hacerlo.
Nos han visto el culo, nena. A ti y a mí.
Y encima, yo hablo sola en los probadores.

viernes, 13 de febrero de 2009

Diossss. Descubrir a Mafalda hablando en inglés ha sido como encontrar a mi novio con un tío en la cama.



Sentía a Mafalda como la abanderada de los desprotegidos. Y los desprotegidos no hablan ingles.
Sí, soy un pozo de prejuicios. Bienvenidos a mi blog.

lunes, 9 de febrero de 2009

Incontinencia Táctil


En principio, no soy partidaria de la amputación de ningún tipo de miembro, sin el consentimiento expreso del interesado. Quiero decir, que no me parecería bien que un tipo fuera por la calle amputando brazos y piernas con un machete a la gente que le entrara mal por el ojo. PERO, como siempre, para todo hay excepciones. Algunas personas sí se merecerían que les amputaran un dedo, directamente, sin pedirles opinión.

Es el caso del amable caballero que hoy, a primera hora de la mañana, ha incrustado
su dedo índice sin piedad en el telefonillo de mi casa durante 20 segundos, y me ha provocado un amago de infarto. Normalmente, nunca contesto cuando suena el timbre por la mañana. Siempre es propaganda y, francamente, son un puto coñazo. Pero hoy me he dado cuenta enseguida de que éste no era un timbrazo al uso. Ya saben que en los timbrazos también se puede leer entre líneas. Los hay suaves y seductores, breves pero contundentes, largos y melodiosos. Y luego están los timbrazo-taladro, que deberían estar prohibidos por la ley. Pues bien, el timbrazo de hoy ha batido todos los records del mundo, mereciéndose crear una nueva categoría ex profeso: los timbrazo-homicidio.

E
l timbrazo en cuestión NO ha ido subiendo de intensidad de forma gradual, ha empezado desde el primer segundo con intensidad "peligro de muerte". Para que se hagan una idea, lo primero que me ha pasado por la cabeza es que habían atropellado a alguien delante de mi portal y que necesitaban usar el teléfono de mi casa. Después me he acordado que existen los móviles. Entonces he pensado que sólo podía ser que el edificio entero se estuviera incendiando. Cuando mi corazón ha recuperado el ritmo, me he levantado de la cama y he contestado, esperando la peor de las noticias.

- ¿Dígame?
- Sí, hola. ¿Está José Francisco Fernandez?

El tono pausado del amable caballero , ustedes me disculparán, NO HACÍA JUEGO con el timbrazo-homicidio. Mis ojos, instintivamente, se han puesto a buscar el machete por la cocina.

- Se ha equivocado.
- ¿Ah, sí? ¿A qué piso he llamado?

Mis manos, institivamente, han empezado a abrir cajones en busca del machete.

- Al 2º D.
- ¿Cómo? No le oigo bien.

Cojo aire, pienso en una playa desierta y un coco lleno de caipiriña, y respondo.

- Disculpe, ¿ocurre algo? ¿Alguien ha fallecido? ¿Hay un incendio? ¿O simplemente estamos ante un caso de incontinencia táctil?
- ¿Cómo dice?
- ¡Que se vaya a tomar por culo!

Esta vez, se ha librado. La próxima vez bajo con el machete.




sábado, 31 de enero de 2009

Yo Soy Mentira, ¿Y Usted?

Intenté hacerme la liberal y acepté cuando mi chico me propuso que tuviéramos una relación abierta. La puta realidad es que yo le esperaba en casa mientras él se follaba todo lo más grande.

Intenté hacerme la moderna y me metí en la cama con una mujer que me tiraba los trastos. La puta realidad es que le pedí que se fuera casi inmediatamente.

Intenté hacerme la buena y perdoné a mi amiga por haberme traicionado y haberme mentido durante meses. La puta realidad es que
después me enfadaba con ella en cuanto se tiraba un pedo, porque no había conseguido perdonarla antes.

Intenté hacerme la espontánea cuando me encontré en un bar con el tío que me gustaba. La puta realidad es que no me lo encontré, lo busqué, y que llevaba la conversación perfectamente guionada en la cabeza.

Intenté hacerme la deportista y me compré un equipo completo: zapatillas de las buenas para correr, chandal fashion, riñonera aerodinámica para el Ipod. La puta realidad es que tardé semanas en estrenarlo, y que además me destrocé la rodilla en el primer intento.

La puta realidad es que soy monógama, conservadora, rencorosa, cerebral y vaga. ¿Y usted?

lunes, 26 de enero de 2009

CartaBlanca

Sí, sí. Internet y las nuevas tecnologías nos han cambiado la vida. Uno ya no se puede imaginar cómo era la vida ANTES. Cómo se documentaban los médicos-abogados-periodistas, cómo ligaban los tímidos, cómo se comunicaban los amigos que vivían en polos opuestos del planeta, cómo se desahogaban los ciudadanos de a pie. Ahora todo es más fácil. Eso está muy bien, nuestra vida es infinitamente más cómoda y lúdica.

La otra cara de la moneda de esta revolución es que ahora todo requiere menos esfuerzo y, por lo tanto, todo tiene menos valor. Ya lo sé, no estoy descubriendo nada nuevo. Esto ya lo decía un anuncio de Movistar, en uno de sus spots pseudo-filosóficos: ahora es más fácil decir "lo siento". Es más fácil decirlo por SMS, pero a la cara sigue siendo igual de jodido, mire usted. Además, no se olviden que si es más fácil decir "lo siento", es porque también es más fácil decir "que te den por el culo".

No hace falta pasar muchas horas delante del ordenador para darse cuenta de que la red está llenita de gente que insulta de gratis. La impunidad de las nuevas tecnologías se multiplica por un millón si, además, tienes la ventaja del anonimato. Hoy, todo dios se esconde detrás de un nick y se mete en los foros a escupir el veneno que llevan en el cuerpo. No hace falta saber absolutamente nada acerca de absolutamente nada para opinar y arrasar con todo. No hace falta demostrar aptitudes, ni se exige un carné de socio. Sólo necesitas un ordenador y un dedo (ni siquiera necesitas tenerlos todos). Esto es la Sodoma y Gomorra de la descalificación gratuíta, de la calumnia y el insulto. Se crean foros exclusivamente para insultar. Yo me quedo de plástico.

Hoy en día, para mí ya sólo cuentan los que son capaces de repetirte en la cara lo que escribieron por SMS o por internet. De hecho, yo misma me he propuesto no escribir nada que no sea capaz de decir después. Francamente, me cago por la pata con el ser humano. Dale impunidad, y se convertirá en una vívora.


jueves, 15 de enero de 2009

EL GIMNASIO: OTRO MUNDO (1ª entrega)


Los gimnasios son un universos propios. Hay quien piensa que, por estar ubicados EN el planeta Tierra, funcionan según las mismas leyes físicas y sociológicas. Esto, amigos, es una falacia. Los gimnasios tienen sus propias leyes y sus propios habitantes, y lo que pasa dentro de sus paredes tiene poco que ver con lo que pasa fuera de ellas.

En los gimnasios podemos encontrar diferentes tipos de habitantes. Una de las claves para tipificarlos es su comportamiento. Tenemos, por ejemplo, al especimen
air-boxing. Se caracteriza fundamentalmente porque de repente, sin que se haya encontrado aún una explicación racional, se pone a pegar puñetazos al aire. Para que ustedes lo imaginen mejor, les diré que es como si estuviera participando en un combate de boxeo con un fantasma. (De hecho, hay varias corrientes sociológicas alemanas que aseguran que estos especímenes efectivamente VEN fantasmas, y que es por eso que se pelean con ellos). A priori, los air-boxing son difíciles de reconocer. Su aspecto físico nunca es determinante. Los hay flaquitosflaquitos, ultracachas, guapos, monstruosos, jóvenes, viejos... Pero lo bueno es que son completamente inofensivos. Tal y como empiezan a golpear al aire, acaban. Y después, siguen con su actividad muscular, tan ricamente. Su único peligro es que producen, invariablemente, una profunda vergüenza ajena. Pero con no mirarlos, ya estaría.

lunes, 12 de enero de 2009

TODOS CONTRA JUAN


El tipo del centro de llama Juan. Es actor, o eso dice él. Hace 15 años, pegó el pelotazo con una serie adolescente, pero nunca más ha vuelto a trabajar como actor. Vive en una nube color de rosa, en la que aún sigue siendo una estrella de la tele, un ídolo de masas indiscutible. La cruda realidad es que no lo conoce ni su abuela, que aún vive con sus padres, y que gana cuatro perras dando clases de teatro a un grupo de niños en un club social de barrio. Está calvo, fofo y no tiene talento. Su vida es una sucesión de situaciones tan incómodas, que a veces hay que taparse los ojos para no mirar.



Vale, esto es una serie. De hecho, es LaSerie que ocupa el 75% de mi tiempo libre desde hace unos días. El caso es que ayer, charlando con mis amigas sobre esto, una de ellas me dijo que conocía a un tipo exactamente igual a Juan. Yo pensé imposible. Pero entonces me lo contó.

Un cliente del bar donde ella trabaja fue un niño-actor muy conocido. Era un niño rubito precioso que hizo de ángel en una película mítica. Era un chavalín de unos 6 años al que, de repente, le crecían unas pelotitas en la espalda, que después acababan por convertirse en alas. Pues bien, se ve que hoy por hoy este muchacho, del que poco más se supo después de que le creciera vello púbico, se presenta a sí mismo con el nombre del personaje del ángel. Ojo. Han pasado ya 30 años desde aquello. A mí me da cosita, ¿a ustedes no?

martes, 6 de enero de 2009

CHIM-PÚN



Ale, ya se acabó la tontería.
Ahora, todos de vuelta a la puta vida.

lunes, 5 de enero de 2009

¿Por Qué Mientes, Truhán??


La gente miente por las razones más increíbles e, increíblemente, también miente sin razones. Yo, a veces, me quedo de plástico.

Hace unos meses me encontré con un antiguo compañero de trabajo.
A mí me pone negra pero, como pasa siempre sin que haya manera humana de evitarlo, la conversación acabó (y empezó) hablando de curro. Él es de ésos: monotemático.

Nonono, me va fe-no-me-nal. ¿La verdad? No he parao de currar. Soy un pri-vi-le-giao. Un año cojonudo. He currao en la peli XXX, ya sabes, la de YYY. De prota. Muuy bien, tía, de-lu-jo. Y después, nada, hice un cameíto en la de ZZZ. También he hecho tele, he sido el prota en un capítulo en la serie XXX...

Su monólogo fue infinitamente más largo, pero no voy a transcribirlo entero porque siento demasiado respeto por ustedes. Y porque, francamente, no le presté demasiada atención. Sólo les diré que fue una sucesión de frases que empezaban por YO. En cualquier caso, lo que sí retuve fue el dato sobre su papel protagonista en la serie XXX. Lo retuve porque es una de mis series favoritas, y porque no entendí demasiado eso de "el prota en un capítulo". Recuerdo que pensé "Aaaah, será un episódico protagonista". Me pareció redundante, porque los actores normalmente dicen "episódico" a secas, así que deduje que él llevaría todo el peso del capítulo, o algo así. Eso, o que había sido uno de esos episódicos invitados, caras muy conocidas que hacen un episodio en plan "estrella invitada". Me parecía poco probable, pero este chico está en uno de esos momentos ambiguos de su carrera en los que, hija yo qué sé, todo puede ser.

Pues bien, hace poco se emitió el capítulo en cuestión. Yo lo vi. Con mucho interés, debo decir, porque quería descubrir el misterio del "prota en un capítulo". Cuál fue mi sorpresa cuando vi que no salía su nombre en los créditos. Pensé: "no lo habré visto, ha tenido que salir, pero me he despistado". Pues no, amiguitos, no. La cruda realidad es que mi ex-compañero tenía nada más que 2 secuencias, y sólo una de ellas era con texto. (Convengamos que los gemidos no puntúan como frase, ¿no?) En resumen: un episódico de los de toda la vida de Dios, y encima de los menores.

Y ahora es cuando yo me pregunto: ¿Por qué?

viernes, 2 de enero de 2009

De BODAS y Otras MENTIRAS


Las bodas, especialmente las tradicionales, me parecen una farsa y un insulto a la inteligencia. La novia se compra un vestido blanco (o marfil, o crudo, o cualquier otro derivado cromático) y se planta en el altar con dos huevos, como si fuera la viva imagen de la castidad. Los invitados hacen "ooooh", aunque todos saben que cualquier rastro de himen en su vagina sería un milagro. El cura suelta su arenga, pero nadie le escucha, porque ya nadie entiende las palabras religiosas. Y, después de una hora de mentiras, ya están casados. Ale. Sólo han pasado 60 minutos, y la pareja ya se ha gastado (entre la ropa, las flores, y el cura) un montón de miles de euros. Eso, la pareja. Porque los invitados se han dejado también su buena choja en ropas, vuelos y hoteles. Y ahora, todos a zampar y beber como si mañana se acabara el mundo.

En el restaurante, otro circo. Suplicas que en la mesa te toque alguien que, por lo menos, hable el mismo idioma que tú. Aunque a veces, hubieras agradecido que fueran todos suecos, para no tener que escuchar un tópico tras otro y, menos aún, tener que corroborarlo con una sonrisa. Empiezan a desfilar platos y más platos. Tú no tienes hambre, pero siguen desfilando platos. Además, estás embutida en un vestido escotado, y no puedes relajarte demasiado sin que se marquen todas las imperfecciones de tu anatomía. Así que estás estirada, llena, aburrida y bastante borracha. En ese momento, empiezan los brindis: un baile de me levanto-me siento-me levanto-me siento que pone en serio peligro las costuras del vestido. Cuando piensas que no puede ser peor, empieza a sonar la orquesta. La música que tocan está a años luz de parecerse a cualquier canción que te interese. Suena altísimo, y con semejante follón, ya ni siquiera puedes abstraerte. De repente, alguien a quien no has visto en tu vida te agarra de brazo y tira de ti, para meterte en una fila de gente que baila.
Por si el infierno no hubiera sido suficiente, antes de marcharte, tienes que dejar un sobre con dinero. Por los gastos, se dice. Y para que los novios puedan comprase cosas para su nueva casa. ¿¿¿Pero qué nueva casa??? ¡¡Si llevan años viviendo juntos y tienen un piso mil veces mejor que el mío, en el que no falta ni un puto detalle!! Yo propongo que sean los novios los que paguen a los invitados, por todas las molestias ocasionadas.

Hoy por hoy, casarse es un chollo. No hace falta haberse privado de nada para pasar por el altar, pero sigue manteniendo todas las ventajas. Ni que decir tiene que esto se multiplica por 5.000 si eres de la familia real.


La boda la paga el Estado, o sea, ustedes y yo. Pero los invitados, que se ponen hasta el quico de caviar de esturión iraní a nuestra cuenta, le hacen regalos a los novios. No a ustedes y a mí, no: a los novios. O sea, que en este caso sí que son TODO VENTAJAS, oiga. Cuando se casó el Príncipe, lo justo hubiera sido que los invitados entregaran un sobrecito con dinero, y que ese dinero se usara para reponer todos los gastos (vestido de Pertegaz, flores en toda la ciudad, carrozas y demás parafernalia completamente inútil). Pero ya les digo yo que eso no pasó, que los invitados debieron de gastarse miles de euros en teteras de plata y otros ornamentos absurdos para la mansión real. La boda la pagamos todos, y los regalos los disfrutan ellos solos.

Definitivamente, no me gustan las bodas. Nada de nada.

domingo, 28 de diciembre de 2008


Estoy entusiasmada con mi nueva amiga FishEye.

Es un súper-regalo. Gracias.





viernes, 26 de diciembre de 2008

YoLoHeVisto

Durante estos meses me ha hervido la sangre.

He visto a los políticos discutir sobre la crisis con la boca llena de jamón de jabugo y de bollería de mantequilla. Todos los días tienen desayunos, almuerzos, lunches en los hoteles más pomposos de Madrid. Se ponen hasta el quico, siempre entre algodones y terciopelo. Se trasladan de un evento a otro en coches obscenamente elegantes. Tienen reuniones de praliné con las excusas más variopintas: presentación de un nuevo miembro de partido, conmemoración de un hecho irrelevante, valoración de la coyuntura económica, presentación de un libro. Da igual. Allí, sea cuál sea el motivo de la reunión, aprovechan para desprestigiar al partido de enfrente sistemáticamente delante de la prensa. Mientras, brindan con buen vino.
Después, salgo a la calle y hablo con la gente. Y una anciana con perro me dice que ella antes era de clase media, pero que ahora es pobre, porque la pensión que recibe es la misma desde hace años. Y se pone a llorar.
Ésta es la realidad, a pelo. Yo lo he visto. Estoy hasta los huevos.

jueves, 25 de diciembre de 2008

UNdíaDEmierda ¿?


Soy mala persona. Cuando estoy nerviosa, soy muy perra.

Ayer me levanté de muy mala ostia. Había dormido 3 horas y madrugué todo lo madrugable para coger un tren. Llegué a Chamartín con el tiempo justo y me fui hasta el andén. Cuál fue mi sorpresa cuando no me dejaron pasar. Era tarde.
¿Tarde para quién? Para mí, no. Para el tren tampoco, porque aún estaba ahí. Para el reloj tampoco, porque aún faltaban 5 minutos y el billete decía "se cerrarán las puertas 2 minutos antes de la hora de salida". Pero para ellos sí. El tren estaba parado en mi cara, puertas abiertas, y no me dejaban montar. Ni a mí, ni a otras 6 personas. Todos estábamos histéricos, inventando argumentos. Un hombre gritaba "mi mujer está embarazada, por amor de Dios" mientras la agarraba del brazo como si fuera un trofeo, intentando ganar el Concurso de Lástima. Yo estaba tan fuera de mí, que me volví hacia él y le grité alguna barabaridad tipo "Y mi abuela la está palmando, ¿no te jode?".

Sí. Soy mala persona. Cuando estoy nerviosa, soy muy perra. Y el tren se largó.

Me fui a la taquilla a cagarme en quien fuera. Me daba igual todo. Si me había cagado en una embarazada, ya tenía licencia para cagarme en cualquier anciano-niño-lisiado. Cuando el taquillero me dijo que no había billetes para los 2 días siguientes, cogí aire, le enumeré todas sus taras físicas -que eran muchas y muy visibles- y me fui.
Me monté en un taxi. "A Avenida de América, por favor". Iba a intentar coger un bus, si es que aún podía encontrar algún billete. Aproveché el recorrido para desahogarme un poco más. Todavía tenía mucha ira para repartir, y al taxista le tocó ración doble. Le culpé del atasco, de los semáforos, le culpé de la crisis, del fraude de Madoff y del diluvio universal.
Pero llegamos a la estación, y conseguí un billete. Todavía faltaba media hora para que saliera el autobús, así que me metí en un bar. Sí, no lo duden: yo seguía cabreada. Mucho. ¿Por qué? No lo sé, pero aún necesitaba escupir más mierda. Y no pude.
En el bar, había un camarero de unos cincuenta años. Serio, pero amable. En la barra, a mi lado, se sentó un hombre. Sesenta y pocos, calvo, sonriente. Era un cliente habitual. Se saludaron, se hicieron un par de chistes, y empezaron a charlar sobre el tema del día: la Lotería. El camarero me miró, me sonrió y, sin más, me incluyó en la conversación. El cliente habitual sacó el periódico y empezó a cotejar sus boletos con las listas de ganadores. Tenía unos veinte números, así que me pidió ayuda. Entre el camarero, el cliente y yo, revisamos todos los billetes. Uno a uno. Y yo, de repente, me puse contenta. Así, sin más. Se me pasaron las ganas de asesinar. Se me pasó la tensión de gluteos.
Es por eso que quiero dar las gracias a todos los camareros buenrrollistas del mundo y a todos los clientes habituales buenrrollistas del mundo, porque gracias a ellos, los gilipollas como yo aún podemos mirarnos al espejo. Y porque tienen el poder de convertirte un día de mierda en un buen día. Amén.


viernes, 19 de diciembre de 2008

Antonio Llopis


CUANDO SE MUERE UN MAESTRO,
TE QUEDAS UN POCO HUÉRFANA.


jueves, 18 de diciembre de 2008

TRONCO, YO MOLO MAZO

Al Ministerio de Sanidad se le ha ido la olla definitivamente: han contratado a abuelos carcas para idear campañas de publicidad dirigidas a jóvenes. De otra forma, no se podrían explicar eslóganes como "Que molen tus muelas" para que los jóvenes vigilen su salud bucal, o "tronco, yo no corono rollos con bombos" para que usen preservativo.
Las campañas son tan malas, que a uno le dan ganas de incrustarse chucherías en las muelas con cincel, o de meterse a ninfómana temeraria en África (convengamos que es lamentable este rap, por más que ellos piensen que es poesía por estar todo escrito con la letra "O") .
Que hagan el favor de gastarse nuestro dinero en cosas útiles, que estamos de mierda hasta el cuello.


HOY EN LAS PERLAS DE LEKUONA PRESENTAMOS:

"El baile fue amenizado por un numeroso cuarteto"

lunes, 15 de diciembre de 2008


Ha tenido suerte el Sr. Bush: es el responsable de una guerra que ha matado a miles y miles de personas, ha destrozado la vida para siempre a otras tantas, y a él sólo le han caído un par de zapatos a la cabeza durante una rueda de prensa. Y ni siquiera le han dado. Un negocio redondo. Conociendo su suerte, seguro que encima eran de su talla.


Lo peor de todo es que, además, el imbécil -porque este señor es imbécil- ha dicho después del altercado: "No me preocupa". Que alguien me pase unas Marteens, que yo no pienso fallar.


sábado, 29 de noviembre de 2008

MALDITOS TAXIStas


Los taxis son un servicio público. De toda la vida de Dios.

* Servicio Público: Actividad llevada a cabo por la Administración o, bajo un cierto control y regulación de ésta, por una organización, especializada o no, y destinada a satisfacer necesidades de la colectividad. (RAE)

Entonces, si partimos de esta premisa, ¿ALGUIEN ME PUEDE EXPLICAR POR QUÉ LOS TAXISTAS NOS VUELVEN LOCOS A LOS CIUDADANOS CON SUS ABSURDAS NORMAS INTERNAS (que nadie más que ellos conocen ni entienden) QUE CONVIERTEN SU ACTIVIDAD EN TODO LO CONTRARIO A UN SERVICIO, Y QUE HACE QUE SEAMOS NOSOTROS QUIENES ESTEMOS AL SERVICIO DE ELLOS?

Como muestra vale un botón (o dos):

1) Estación de Atocha. Llegas agotada, de madrugada, después de un viaje largo. Vas la parada de taxis. Allí esperan 30 ó 40 coches, y otros tantos clientes. En principio, no debería ser tan complicado colocar a cada cliente en un taxi. Con haber visto un par de capítulos de Barrio Sésamo debería bastar. Pues no.
Cuando te acercas con tu maleta de 20 kilos y otras tres bolsas enormes hasta el taxi más cercano, el señor taxista abre el maletero. Pero, simultáneamente, otros 4 ó 5 taxistas empiezan a gritar y a señalar otro(s) coche(s). Parece que ÉSE no es el taxi en el que te tienes que montar. Entonces, mueves como puedes el maletón y las bolsas y tratas de seguir las indicaciones de los otros taxistas. Pero resultan ser contradictorias. Y te pones a dar vueltas sobre ti misma, como si fueras RainMan, y entras en cortocircuito. Es muy tarde, estás muy cansada y sobre todo, HAY OTROS 30 CLIENTES en la cola. Hay clientes para todos, señores taxistas de los cojones.

2) Puerta del Sol. Mediodía. Voy cargada hasta los dientes de bolsas. Tengo quince minutos para llegar hasta mi casa, descargar, ducharme, comer algo y volver a salir. Levanto el brazo y paro un taxi. Me monto. De la nada, aparece un señor que se tira contra el capó del coche. Pienso que es un suicida. La crisis no perdona. Pero no. Atención. Es un taxista. Se ve que al otro lado de la plaza hay una parada de taxis, y las normas internas del gremio prohiben cargar clientes a menos de x metros de las paradas. Los ojos se me salen de las órbitas. No olviden que estoy DENTRO del taxi, y mis bolsas ya están DENTRO del maletero. Y sobre todo: no tengo tiempo. Pero el taxista suicida no se mueve del capó hasta que no me baje. Mi taxista asegura que es nuevo y que no conocía esa norma. Con un cabreo inenarrable, me bajo del coche y saco mis bolsas. Y me arrastro hasta la parada de los cojones.


martes, 25 de noviembre de 2008

Pis de Yonqui

Querido Sr. Yonqui,

Lamentablemente, no tengo aún el gusto de conocer su cara. Si la conociera, le estaría diciendo estas palabras
de viva voz. Es por eso que me dirijo a usted a través de esta carta que, siendo franca, no tengo demasiadas esperanzas de que vaya a leer. Entiendo que tiene usted otras ocupaciones difíciles de compatibilizar con casi todo. Pero, con suerte, espero que en algún momento de lucidez usted vislumbrará este papel pegado con celo en esta esquina a la que le ha tomado tanto afecto.

Verá, yo vivo justo encima de la esquina en cuestión. Me mudé hace pocas semanas, con la ilusión propia de quien arranca una nueva vida. Pero no tardé mucho tiempo en darme cuenta de que había un problema en el barrio. Usted.

No me malinterprete, no tengo ningún prejuicio con sus actividades intravenosas. Cada cual es muy libre de hacer con su sangre lo que le venga en gana. Soy de los que piensan que la calidad humana y la altura moral de una persona son completamente independientes de sus adicciones. Que sea usted un yonqui no impide que sea usted un ser humano bello y generoso, a la par que inteligente y sensible. Y, precisamente, apelo a su sensibilidad cuando le ruego que deje usted de orinar de forma reiterada en la esquina de mi portal.

Supongo que debe de existir algún motivo que le empuje a usted a elegir mi portal, y no otros. En este sentido, quería darle las gracias por habernos elegido. Es un portal elegante, pero nada pretencioso, con colorido y armonía. Yo también lo elegí por eso. Pero confío en que entenderá que su reiterada actividad urinaria no contribuye en absoluto a mantenerlo en condiciones. El hedor que emana ya es incompatible con la respiración. Además empieza a teñirse de amarillo oscuro la esquina a la que usted le ha tomado tanto cariño.

Es por esto que, después de habernos reunido los vecinos y haber realizado las votaciones pertinentes, hemos decidido por mayoría absoluta comprarle a usted un orinal. No tiene más que entrar en el portal y pedírselo a Jacinto, el portero, que se lo entregará de mil amores.

Sin intención de robarle ni un poco más de su precioso tiempo de yonqui, le saluda, etc.

lunes, 17 de noviembre de 2008

JUGUETES ROTOS

Me da miedito ver cómo muchos blogs se van abandonando. Algunos se cierran con mensajes de despedida, otros no. Pero ahí quedan, olvidados.
Es inquietante. Internet se está convirtiendo en un macro-cementerio de blogs.

SONRÍA, POR FAVOR


Mientras el gato remueve la arena, con ese ruidito que toca un poco los huevos a veces, yo entro en trance y me pongo a pensar en los matones tumbada en mi sofá. Porque hay un montón de matones sueltos que, para colmo, cobran sueldos a final de mes. Algunos llevan placa y uniforme; otros sólo llevan uniforme, y otros no llevan nada. Me preocupa. Uno no sabe dentro de qué cuerpo hay encerrado un matón.

Vigile sus espaldas y, sobre todo, sonría a los desconocidos. A todos. Siempre.

lunes, 10 de noviembre de 2008

HOY EN LAS PERLAS DE LEKUONA PRESENTAMOS:

Con motivo de la inauguración de esta sección, hoy incluiremos un breve prólogo explicativo para que todos puedan comprender la magnitud de las sandeces que aquí se publicarán.

PRÓLOGO EXPLICATIVO: J.A. Lekuona fue corresponsal en Irún para un periódico que ya no existe, que se llamaba La Voz de España. También trabajó en Radio Irún. Era (es) un hombre con un sentido de la lógica muy personal (y poco transferible) y una torpeza pasmosa en el arte de combinar las palabras. En esta sección haremos un viaje por sus inolvidables meteduras de pata.

"El cadáver presentaba heridas, al parecer mortales".


lunes, 3 de noviembre de 2008

Si fuera libre, sería justa.

En días como éste, cogería un objeto contundente y me lanzaría a la calle a agitarlo y a bramar cosas inconexas. Le dedicaría, qué sé yo, un par de horas a esta actividad. Luego, si la Policía no me hubiera detenido, volvería a casa mucho más relajada y me daría un baño de sales. Y ya, con esa paz que sólo las personas libres conocen, haría esa llamada que tengo pendiente. Para insultar nada más que lo justo, sin excederme.
Qué quieren que les diga, valoro mucho la justicia.

viernes, 31 de octubre de 2008

Yo sobreviví al Fin del Mundo



Ayer fue el 70 aniversario del programa de radio que recreó La Guerra de los Mundos, y que hizo que miles de personas perdieran los papeles. Y así, pensando-pensando, me viene a la cabeza un Momentazo Vital que me gustaría compartir con ustedes.

Era septiembre, poco antes de empezar el curso. Acabábamos de mudarnos de piso y, como no había clase, pasábamos los días
bebiendo cerveza, redecorando nuestra vida y, en definitiva, reforzando los pilares de nuestra joven República Independiente . Éramos felices.
Una tarde, tumbados mientras veíamos la serie de turno después de comer, se interrumpió la emisión para dar paso a un especial informativo. El presentador, con aire enigmático, explicó que se acababan de localizar varias naves espaciales tan grandes como Madrid, que se estaban colocando estratégicamente sobre diferentes ciudades del mundo. Mostraban imágenes de las naves, y un mapa que las localizaba con mucha precisión. Casi me me muero del susto.
Con un ataque de nervios que no soy capaz de describirles, me lancé hasta la ventana, convencida de que alguna de estas naves se debería ver desde allí. Miré y miré, pero nada. Después, me tiré sobre el mando a distancia y zapeé compulsivamente, buscando más información en otros canales. Nada. Vuelta a la ventana. Nada. Descolgué el teléfono y llamé inmediatamente a un amigo que trabajaba en un periódico, convencida de que él podría decirnos algo. Pero no sabía de qué coño le estábamos hablando. No me lo podía creer.
Ahí estábamos mi amiga, su novio y yo, de pie en mitad del salón, con un ataque de histeria brutal, venga a gritar "¿qué hacemos? ¿qué hacemos? ¿qué hacemos?". ¿Cómo se escapaba uno de una invasión extraterrestre global?
Me puse a llorar. Estaba ACOJONADA. ¿Qué iban a hacer los extraterrestres? ¿Cómo serían? ¿Iba a volver a ver a mis padres? En ese mismo segundo, sonó el teléfono. Era mi amigo, el del periódico: lo que habíamos visto en la tele era sólo parte de la promoción de una superproducción norteamericana sobre una invasión alienígena. Acabáramos.

Sólo si usted alguna vez se ha sentido ridículo, pero profundamente profundamente ridículo, entenderá de lo que les estoy hablando. Si no, no. Pero también puedo decir con orgullo que yo sobreviví al fin del mundo, y usted no.

miércoles, 29 de octubre de 2008


A T E N C I Ó N
---------------------------------------------
Si quiere tener un viaje en el tiempo

completamente gratis, pinche aquí
---------------------------------------------

lunes, 20 de octubre de 2008


Esto del Facebook cada día se pone más divertido. Hoy me ha agregado Pedro Almodóvar. A ver si mañana hay suerte y me agrega Bruce Springsteen.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Mercedes Milá debería reinventarse a sí misma, como Madonna.

Si no fuera porque cambian las caras de los concursantes y retuercen las normas cada año un poco más, juraría que este país vive un único Gran Hermano interminable que dura ya 10 años. Una especie de Día de la Marmota a lo bestia.

martes, 14 de octubre de 2008

Caminar en Línea Recta


Siempre he tenido un conflicto muy serio con los figurantes con frase de la vida, y en particular con los que intentan venderte cosas. Pasar por la calle Preciados es una especie de odisea interminable. Ya nada los detiene: no importa que vayas con cascos, hablando por teléfono, cargada con 237 bolsas de la compra, llorando a moco tendido. Ellos van a tratar de pararte para que les escuches y te unas a su causa, para darte uno o varios folletos, para que visites su bar, o para venderte a su abuela. Pero ahora, eso se acabó.

Se acabaron los Hombres Anuncio y los repartidores de folletos. Gallardón ha propuesto modificar la Ordenanza Reguladora de Publicidad Exterior. Dice que ese trabajo es "vejatorio". Y se armó el Belén.

Seamos francos: la idea de poder pasear por el centro sin que te ametralleen es bastante guay. Hace tanto tiempo que dibujo curvas para esquivar a los figurantes con frase, que ya no me acuerdo de lo que era caminar en línea recta. Pero de ahí a que Gallardón decida lo que es digno o indigno para los demás... eso es muy diferente. Calculo que para muchos de ellos, ésa es la única opción de trabajo. Y también calculo que para ellos debe de ser bastante más "vejatorio" tener que mendigar. Francamente, es más "vejatoria" la propuesta de Gallardón que el trabajo en sí.

Me parece muy buena la sugerencia que han hecho desde otro partido: "un plan de empleo para recolocar a todos los hombres anuncio en empleos que a Gallardón le parezcan dignos". Mientras tanto, y hasta que a alguien se le ocurra una solución mejor, el resto nos manejaremos en ese territorio intermedio entre el agotamiento y la empatía, resoplando para dentro. A ver qué remedio.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Un Desahogo


Si alguno de ustedes tiene dudas acerca de la miseria de la condición humana, que se pase un rato por una comisaría. Allí hay dos tipos de seres miserables: los presentes y los ausentes.
Los PRESENTES son los señores funcionarios policías, que suelen ser una panda de acomplejados que eyaculan todas las mañanas cuando se ponen el uniforme. Tratan a los ciudadanos como si fueran unos imbéciles que están pasando el rato en la comisaría por diversión.
Los AUSENTES son los señores ladrones hijos de puta, responsables de que los ciudadanos tengan que ir a la comisaría a poner denuncias, como el valiente ejemplar que hoy le ha robado el bolso a una anciana diminuta a punta de navaja. O como el ejemplar que me duplicó la tarjeta y me vació la cuenta corriente. Señores ladrones hijos de puta, búsquense un trabajo. El de policía les iría perfecto: eyacularían todas las mañanas.

Y ahora, si me disculpan, me voy al balcón a gritar un rato.

Fe de erratas: La descripción de los PRESENTES se refiere exclusivamente a los señores funcionarios policías de la comisaría de Leganitos, porque los señores funcionarios policías de la comisaría de Chamberí (que conocí al día siguiente) resultaron ser ángeles misericordiosos inteligentes y leídos.