jueves, 13 de diciembre de 2007

Hoy hemos ido al concierto de una cantante argentina, hija de un compositor de tango muy sonado. En un momento del concierto, ha dicho: "Ahora voy a cantar una canción de mi padre...". Y me he emocionado. Qué bonito. Qué envidia.
Yo, para ser digna heredera de los quehaceres de mi padre, sólo podría recitar crónicas deportivas. Qué derroche de poesía.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja, bueno, bonito sí, envidia poca o ninguna.

Yo para emular a mis padres, tendría que estar investigando musgos o gusanos tubícolas marinos.

Joserra dijo...

y yo haciendo vestidos o trámites de seguro escolar. Lo primero me llama bastante, la verdad.

Anónimo dijo...

Joserra Urban Fashion!!! :-)

Anónimo dijo...

Seguir a mi madre será genial cuando con cierta edad quiera un trabajo aburrido...
Y a mi padre... Es que yo, de camello, no me veo...

Anónimo dijo...

Ehm... he tenido que leer el post dos veces, porque con lo de "sonado" primero entendí que el compositor de tango en cuestión estaba como una chota (lo cual, eso sí, le dio una luz completamente distinta a la historia).

En fin, imagino que lo importante es ser dignos herederos de nuestros padres, y no de sus quehaceres.

sti dijo...

Pues sí, es verdad lo de "sonado"... Le he añadido un "muy", pero no sé si se ha arreglado algo. No tengo hoy la neurona muy fina. A ver si mañana...
Por cierto, Juanma, he visto hoy (¿hoy? Ya te vale, coño) Traumalogía en el cine y he visto que estabais en los agradecimientos de Dani. Nunca me entero de nada, por eso me quité de periodista.
Besos.

Anónimo dijo...

Jejeje... sí, Dani, que es así de majete. Porque la verdad, tenemos Gab y yo más que agradecerle a él que él a nosotros. Al fin y al cabo, lo único que hicimos en Traumalogía fue vestirnos de boda y sentarnos en los bancos de la iglesia. Así que a ver si algún día podemos devolverle el agradecimiento. Con "El suspense", quizás...

Besos