Ayer, un camarero me dijo:
"Señorita, no puedes entrar con la bici en este (inmenso y completamente desierto) bar. ¿Te imaginas que ahora entraran cien personas con una bici?"
No me pagan por imaginar. Él, no. Me agarré a mi mini-bici PLEGADA y sonreí, porque hay días en que yo (también) lo valgo:
"Me parece bastante poco probable que pase eso, pero le prometo que si entra UNA persona con bici, yo me voy".
Y me quedé. Pero sólo porque él me dejó, que aún estoy en primero de canalla.
El "¿Tú te imaginas que ahora cien personas...?" no debería servir de argumento en ninguna parte del mundo. Si cien personas entraran a la vez en el en el bar, lo menos noticiable sería mi presencia en la esquina de la barra.
6 comentarios:
Hombre, pero si no se puede meter la bici en el bar... no sé
Mientras escribía, sabía que tú ibas a responder eso. Más papista que el papa. Planetas diferentes. Besos.
En Madrid las bicis son como OVNIS y claro, la gente no sabe que hacer con ellas.
Y si realmente estuviera prohibido, pues el camarero te habría echado y ya está... :-D
¿En que bar existe un pictograma que prohiba la entrada de bicis? en ninguno... la alegalidad es lo que tiene.. nos lleva a la libertad individual.
Más papista que el papa no, no sé. En un coffe shop de Amsterdam no se podía hablar por el móvil (no gritar ni nada de eso, hablar normalmente) y qué haces, pues lo acatas y ya está, no sé. Y si algo me parece absurdo seguramente optaría por marcharme
Me parece maravilloso que haya bares donde prohiban hablar con el movil! De hecho, el movil debería estar prohibido y restringir su uso a calles y plazas, como el tabaco! :-D
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