domingo, 2 de septiembre de 2007

TORTILLA




Algunos hablan de karma. Yo prefiero llamarlo tortilla.

Es una locura la capacidad que tienen la tortillas para darse la vuelta. Todas se dan la vuelta siempre, antes o después.

Unas dan giros más sofisticados, con doble pirueta mortal y demás figuras al vuelo, y por eso tardan más en caer del revés. Ésas asustan menos, las ves venir. Pero otras no. Otras dan un solo giro sobrio, rotundo y súbito, como un sopapo con la mano abierta. Y ahí te quedas, mona, con la boca de par en par.

Y ya que tengo la boca abierta, póngame usted un pintxo, camarero. Doble. Y con bien de pan, para empujar el susto.

3 comentarios:

Joserra dijo...

¿Es una metáfora, no?

Anónimo dijo...

Hmmm, pero bueno, la ventaja de las tortillas sobre el karma es que el karma puede ser bueno o malo, pero las tortillas de patatas, por lo general, siempre están buenas... Menos las congeladas y las de huevina, puaj, que asco.

Hablando en serio, es sorprendente la facilidad con la que, en unos segundos, se te puede descolocar y recolocar la vida.

sti dijo...

Lo de la tortilla que da la vuelta es una de las metáforas más trilladas de éste país nuestro del buen comer, JoseRamón.