miércoles, 18 de julio de 2007

IKEA KK


ODIO Ikea. Odio Ikea. ODIO IKEA.

Hoy hemos ido de excursión, a ver qué remedio, para ver si de una santa vez me compro una cama y vuelvo a ser persona. Llevo lo que a mí me parecen años durmiendo en un sofá. Y yo, que soy fan de dormir en los sofás que la vida me ha puesto delante, pues ya me declaro en huelga.

Ikea es el infierno disfrazado de paraíso. Todo parece tan tan lleno de posibilidades, tan tan barato, tan tan colorido. Dios. Te regalan lápices, por amor de Idem, en todas las esquinas. Y tú vas con la sana intención de comprarte un mantelito mono, que te hace falta, y acabas redecorando tu puta vida y la de tu vecina. Sales por la puerta sonriendo, cargada con tres carros y cinco bolsas, hasta que llegas al coche. Y ahí, mientras sacas las llaves, de repente se te congela la sonrisa y te preguntas ¿De qué coño me estoy riendo? Acabo de gastarme trescientos euros y yo sólo necesitaba un mantelito mono, que me hacía falta.

Pero esto no ha sido lo que ha pasado hoy. Hoy sí necesitaba gastarme ese dinero. Y más. Hoy sí necesitaba redecorar mi puta vida. Necesitaba una cama, sobre todo eso. Pero es que, para cuando llegas al almacén y te pones a buscar todo lo que has apuntado en tu lista (con los 35 lápices que Ikea te ha regalado en el trayecto)... para entonces eres un zombie. Y, lógicamente, TE EQUIVOCAS de compra. ¿Cómo no te vas a equivocar, alma de cántaro, si estás ya hipnotizado de tanta bombilla y tanto multicolor, agotado del paseo interminable? Pues claro que te equivocas, y te llevas un somier de 140 cm. con un colchón de 90. Y cuando llegas a casa, y acabas de montar el somier ése con más piezas que el Enterprise, vas y desembalas el colchón y te das cuenta de que es más pequeño que el del enano Rumpelstilzchen. Y entonces vienen los MeCagoEnElPutoSeñorIkeaYSusLápices QueMeDevuelvaMiDineroPeroYaMismo OLePartoElGepetoDeMesaCamillaQueTiene.
Luego ya te relajas, te secas las lágrimas y te vuelves a tu sofá, a dibujar con los 35 lápices de mierda.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja qué desastre! Bueno, pues mañana toca excursión de nuevo! Al fin y al cabo ha estado entretenido... (hola por cierto :))

sti dijo...

Tú sólo dime dónde quieres que te ponga el monumento, Diego. Si hay que quitar el Oso y el Madroño, se quita y se acabó.

Anónimo dijo...

Hmmm, un Diego de bronce a lo David de Miguel Angel... jajajajajaja

Anónimo dijo...

Jo, si no me hubieran cambiado el turno ese monumento sería para mi, grrrr...

Cuando se va a IKEA a por un solo artículo hay que mentalizarse: "Sólo quiero un mantelito, no me interesa nada más. Sólo quiero un mantelito..." y ponerse orejeras, como los caballos, para no mirar a los lados. Exige años de preparación.

Anónimo dijo...

Hmmmm pues esta tarde con las cintar de metro estas que tambien te regalas me tomo las medidas y hecho! jajajaja

ace76, contrólate! jaja

Iraultza dijo...

Me suena la historia, me suena, se parece a una en que dos descerebrados van y compran una mesa de estudio que realmente ni siquiera hubiese cabido en Las Ventas, y pretendían meterla en un 205, y tras intentar colocarla de mil formas diferentes (cuando era obvio que no habría cabido ni aunque fuese un Hummer, uno de los dos descerebrados se queda pensando, un rato, y con toda la altivez de que es capaz dice aquello de "vaaa, paso, si en mi casa seguro que tampoco cabe".

Jèss Dellà dijo...

me he reído mucho con tu escrito sobre ikea...me resulta familiar...no se ni como he llegado hasta aqui, pero me he marcado unas buenas risas...vas a favoritos...para seguir riendome!;)