JAVIER

Éste es mi amigo Javi C. Es el mejor.
Ayer tuvo una pataleta en casa, se sacó la piruleta de la boca y balbuceó algo parecido a ¿¿Por qué no me sacas nunca en tu blog?? Luego se metió otra vez la piruleta en la boca y se puso a buscar formas en el gotelé.
Es actor. Digo que es actor porque estoy segura de que él quiere que lo recalque. Es de los que no va ni a por pan sin el videobook. Una vez, en ese bar/videoclub que hay en La Latina, el Angélica, tuvo los huevos de pedirle al camarero que pusiera su videobook para que se viera en las 3 teles del local. Yo me bajé al piso de abajo a esconderme entre películas chinas, que son más tupidas. Lo fuerte es que debe de ser relativamente habitual que los actores que van ahí hagan eso.

Yo no creo en los videobooks, ni en los curriculums. Hace años que dejé de creer. No creo que nadie tire de curriculums archivados para cubrir una vacante de su empresa o en su proyecto. Durante una época fui secretaria en una productora, y llegaban cantidades in-gen-tes de curriculums, que se tiraban sistemáticamente a la basura. Peor era cuando venían en persona: actores con sus fotos (la mayoría eran espantosas) y sus curriculums (inflados hasta arriba) y te miraban con esos ojitos suplicantes. Y tú, que sólo eras una secretaria de mierda con menos capacidad de decisión que un pollo de corral, te queriás morir. MORIR.
Por eso no creo en los curriculums, creo en el esfuerzo. De la misma manera que tampoco creo en la báscula, creo en mis vaqueros. Si atan, ya puede decir misa la báscula.
Y no sé a qué venían estas divagaciones de semicadáver deshidratado resacoso que soy ahora mismo. Pero lo dicho, que te quiero guapo, y que aquí tienes tu cara. Que te gusta mirarte. Anda...