"El que se va sin que lo despidas, vuelve sin que lo llames".
Ésta es una de esas frases con las que las adolescentes sobrehormonadas decorábamos nuestras carpetas del colegio a finales de los 80. Las escribíamos justo entre la foto de Kirk Cameron y la de Patrick Swayze. Nos las intercambiábamos entre nosotras como si fueran secretos, las grandes verdades que mueven los mecanismos del Universo. Era SuperEmocionanteTía ir a comprar La Carpeta a principio de curso, inmaculada y limpita, e ir llenándola con frases cursis y fotos de la SuperPop. Luego, la paseábamos por los pasillos como si fuera un trofeo, tan contentas, con nuestro acné y nuestros vaqueros remangados hasta media pantorrilla.
Ésta es una de esas frases con las que las adolescentes sobrehormonadas decorábamos nuestras carpetas del colegio a finales de los 80. Las escribíamos justo entre la foto de Kirk Cameron y la de Patrick Swayze. Nos las intercambiábamos entre nosotras como si fueran secretos, las grandes verdades que mueven los mecanismos del Universo. Era SuperEmocionanteTía ir a comprar La Carpeta a principio de curso, inmaculada y limpita, e ir llenándola con frases cursis y fotos de la SuperPop. Luego, la paseábamos por los pasillos como si fuera un trofeo, tan contentas, con nuestro acné y nuestros vaqueros remangados hasta media pantorrilla.
Había frases verdaderamente lamentables, como aquélla que decía: "Si fuera superman, te llevaría volando; pero como no lo soy, te jodes y vas andando". Ésta era más de chicos, las cosas como son. Nosotras éramos más de "El amor no es aquello que queremos sentir, sino lo que sentimos sin querer" que, quieras que no, tiene otra profundidad (no sé muy bien cuál pero, definitivamente, tiene otra profundidad).
También teníamos la costumbre de llenar la carpeta con corazoncitos rojos. Los solíamos pintar con esos bolis gordos de diez colores, que eran lo más parecido a un viaje a Eurodisney. Llenábamos la carpeta con corazoncitos, y con el nombre del chico del momento. Como yo siempre fui voluble, mi carpeta más bien parecía la lista de la compra: venga nombres y, al lado, más nombres tachados, y tipp-ex, y más nombres encima del tipp-ex. Un festival de la inconstancia.
Yo me pregunto, con bastante curiosidad, cómo serán las carpetas de las adolescentes de ahora. Llámenme abuela, pero me las imagino llenas de drogaína y cruces invertidas.
8 comentarios:
Pues q decir, me contó una amiga de Seseña que en el "Insti" del pueblo, habían pillado a unos niños de 15 años con coca, la llevaban en la cajita del cd de inglés... para que veas...
Lavado de cara al Blog!
Jejeje, me ha gustado mucho este artículo. Además, cuanta más gente te escribiera en la carpeta, más popular eras... Obvio decir que la mía tendía a estar más o menos vacía... :-D
jajajajajaj,yo también tenía una carpeta así, solo que en aquel momento no perdía aceite (o eso creía) y llevaba fotos de las tetas de la Sabrina, jajajajjaja.
Qué tiempos!!!
Diosss!! esa foto de Kirk Cameron no sólo estaba en mi carpeta, lo mio es aun más enfermizo, estaba pegada en mi armario, junto con una del tipo aquel de Padres Forzosos!!...
Me encantaba el boli de diez colores, tenía casi casi la consideración de dildo.
¿Recuerdas que los colores olían? el amarillo... a plátano
*v*... John Stamos.
Es verdad, ese, ese.
Gracias (aunque se me vaya volver a olviodar en breve! :D)
Madre mía, yo ponía a Bon Jovi hasta que me enteré de que llevaba 20 años con su novia del insti.Me pareció muy cutre.Ahí acabé con los recortes y empecé a comprar carpetas de Agatha,ya adornaditas con 1 motivo que no defrauda.En Malagón de lleno.
Me he reido mucho,¿de dónde has sacado la foto?Por favor, es muy grande,lo del boli,la foto, el post,la camiseta de Kirk....
jejejejee
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