viernes, 28 de diciembre de 2007

NombreS

Dos gatos, dos, han pasado hasta la fecha por mi vida (tres, si contamos el de mi madre). No quisiera ahondar mucho en esto, porque lo que sigue a una afirmación de este pelo es una pregunta del tipo "¿soltera, verdad?". Así que silbemos y vayamos a lo que vamos:
Soy responsable del nombre de dos seres vivos que habitan en este planeta. (También opiné sobre el nombre de mi hermano pequeño, pero no cuenta porque creo recordar que Telémaco no les pareció muy buena idea a mis padres). El caso es que las dos veces me equivoqué. Elegí unos nombres de mierda. En el primer caso, porque nos confundimos de sexo con el animal. O sea que tenemos un gato con nombre de gata. En el segundo caso, porque hice un homenaje a una amiga que luego desapareció de mi vida en un arranque de celos inexplicables e inexplicados. O sea, que tenemos una gata con nombre de perra.
Lo que me pregunto a menudo es: ¿Le pasará también esto a la gente con sus hijos? ¿Arrepentirse después del nombre que han elegido para ellos? ¿Se lo dirán? ¿Los mirarán comer de reojo mientras barruntan nuevos nombres?

jueves, 27 de diciembre de 2007

HOY EN SISTEMAS MONONEURONALES PRESENTAMOS:



El gurú del sexo: "De tácticas y estrategias amatorias con margen de error cero", o "De cómo confundir ingenio y primigenio".

(Gracias, CerradaPorReforma, por este regalo impagable).

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Para mí, sólo hay una cosa peor que una persona pedante: una persona pedante inculta.
El resultado es un espectáculo difícil de digerir.

martes, 25 de diciembre de 2007

El Acabóse



El Vaticano, en un arranque de purismo ortodoxo, ha quitado de la noche a la mañana al buey y a la mula del belén oficial. Hecho trascendental que ha cambiado el rumbo de mis días.
(Una verdadera casualidad, teniendo en cuenta que a punto estuvimos de disfrazar a mis sobrinas mellizas de burro y de vaca el día de la celebración navideña de la guardería. Eran nuestros personajes favoritos del belén. Mentira. Eran los disfraces que teníamos más a mano, heredados de los carnavales de su primo. Pero nos pareció que encajaban perfectamente bien con la temática navideña. Fue después cuando nos enteramos de que lo del belén no eran un burro y una vaca, sino un buey y una mula. Pero ésa ya es otra historia. Iba diciendo...)

En este inexplicable arrebato papal también han salido perdiendo los pastores. No more pastores, Papa dixit, a la cola del INEM todos. Y usted, el catalán que está cagando, no se haga el tonto, a la puta calle de aquí también.

Y yo, que a veces le dedico tiempo a las cosas más inútiles del planeta, me he preguntado: ¿Habrá que cambiar todos los villancicos que hablen de burros y pastores también? ¿Qué pasará con aquello de... ?:

A Belén Pastores,
A Belén chiquitos,
Que ha nacido el rey de los angelitos

O ése otro que dice:

Hacia Belén va una burra, rin rin
Yo me remendaba etc.

Señores, esto sólo es el principio del fin. Apropiándome de las palabras de Mafalda, diré que esto es el "acabóse
".


domingo, 23 de diciembre de 2007

HOY EN FRASES DE LA CALLE QUE LE REGALO AL MUNDO PRESENTAMOS:


"Es que ayer fui al ginecólogo, que me tenía que hacer una coreografía"

Frase recogida en la barra de mi bar de cabecera.
La autora se tomaba un café en lo que parecía un descanso del trabajo.
La interlocutora no
acusó el error, se limitó a decir: "¿De qué?".

sábado, 22 de diciembre de 2007


Yo, personalmente, vergüenza ajena viendo El Sexómetro.

Todas las invitadas peleándose públicamente como gallos por ser la más salida de la fiesta: la que se hace más pajas, la que folla en sitios más exóticos, la más desinhibida, la que se mete cosas más raras por los orificios.
No sé lo que decían, pero yo sólo escuchaba:

- Yo más guarra.
- No, yo.
- No, yo.
- No, yo.

(Señora anciana anónima del público, por favor, por-fa-vor, devuelva ese micrófono váyase a su casa inmediatamente. No quiera ganar esta partida).

Por cierto, he comprobado que Nuria Roca sigue sin ser capaz de acabar las palabras en consonante. A veces, a una le tranquiliza saber que hay cosas que no cambian.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Nudos

Llego casa de una de mis "fiestas de trabajo" (¿Hasta cuándo dura esto de las fiestas de Navidad? Un poco de caridad, coño, que es Navidad). Es muy tarde. Tengo hambre. La bocatería de abajo, que no frecuento para nada, está abierta. Como tengo hambre, entro. Pido algo. Lo que haya. Sólo queda bocadillo de pollo. Me lo ponga usted. Ya mismo. Por supuesto, sí, para llevar (no me lo tomo aquí ni que me cante usted el Cara al Sol ondeando una ikurriña para amenizarme la velada). Subo a casa, con el bocadillo y una cerveza sin. Me siento en el sofá, temblando por el placer que me espera. Abro la cerveza, para dejar todos los caminos al cielo despejados. Y le hinco el diente al bocadillo.
Los caminos al cielo son inescrutables. Y, desde luego, no pasan por la Bocatería Pampa. Pollo con más nudos que el pelo de la Bruja Lola. Desenmaraño el bocadillo y decido que me paso a anoréxica. La cerveza, me la bebo. Y me tumbo. A ver si, con suerte, me duermo y me olvido un ratito de todo(s).

miércoles, 19 de diciembre de 2007


CONVERSACIONES CON DIOS

"No es broma: ¡¡Deja de vigilarme!!"

martes, 18 de diciembre de 2007

De MartaFernández y Otras Aspirantes A Princesa



Esta chica es preciosa.
La vi por primera vez en CNN+, creo, y no me pude apartar de la tele. Recuerdo que pensé: "El príncipe se ha equivocado de princesa".
Hasta hace poco, hacía unas colaboraciones un tanto extrañas en las Mañanas de Cuatro. Pero ahora está en Informativos Tele5, con Hilario. Y no la veo. Yo ya no la veo bien.

Se trabuca todo el rato, no consigo concentrarme en lo que dice sino en cómo lo dice y, sobre todo: ¿Por qué la visten tan mal? ¿Quién se encarga de su vestuario? ¿El enemigo? Esos trajes como del diseñador QuieroYNoPuedo en su línea otoñal ParlaExótica. Qué pena.

--- Anexo Inconexo ---

Me contaron que, por lo visto, el señor Príncipe de Asturias organizó una cena oficial en su castillo como excusa para poder conocer a la señora Letizia Ortiz. Invitó a varias personalidades del periodismo (no sé si también de algún otro gremio), alegando algo parecido a que quería saber de primera mano cómo iban las cosas en el país. Y montó todo un sarao de altura sin que, ni los invitados, ni la muchacha en cuestión sospecharan que TODO estaba pensado exclusivamente para poder entablar contacto con ella.
No hay nada como tener en tus manos el travesaño de la marioneta del Estado para poder ligarte a la tía que te gusta. (Los demás, en cambio, tenemos que conformarnos con un: "Puri, compra nocilla y pan bimbo, que esta tarde hacemos merendola vecinal en casa pa ver si me ligo al moreno del segundo de una santa vez".) Eso sin mencionar que el cortejo amatorio del señor Príncipe nos debió de costar una fortuna a los ciudadanos, porque seguro que no cenaron bocadillo de mortadela.

domingo, 16 de diciembre de 2007

El Cuello y sus Verdades

Algunas cosas son verdad, y no lo parecen. Otras, no lo son, y lo parecen. Pero lo que es indiscutible a todas luces es que las personas sin cuello no deberían usar camisa. Esto es así y punto.
Otra cosa que es inopinable es que los tíos con bufanda son sexys. Esto también es así y punto.
Y, por último, hay cuellos en los que de buena gana me quedaría a vivir. Ésta es, seguramente, la mayor de las verdades y es, además, altamente compatible con las dos anteriores.

viernes, 14 de diciembre de 2007

De Supermanes y Otros Viciosos


Una mañana, hace tiempo, en uno de esos atascos desquiciantes de la Castellana, vi algo que quiero compartir con ustedes, porque no tiene desperdicio.

Yo iba en moto, serpenteando por entre los coches parados, hasta que llegué a un semáforo en rojo. Me aburría, como todos a mi alrededor, así que me puse a mirar dentro del coche de mi izquierda. Un ejecutivo joven se entretenía ojeando una revista que tenía sobre el volante. Miraba una foto en blanco y negro de una mujer en actitud seductora. Todo normal. No había nada raro en la estampa del coche. Hasta que me fijé un poco más. El ejecutivo joven se estaba abriendo la bragueta y se estaba sacando la churra por la ranura.
Me quedé de piedra pero, claro, no dejé de mirar. Los ojos como platos soperos. Por la bragueta asomaba un pedacito de carne que el ejecutivo empezó a golpear (sí: golpear) con la yema de los dedos. Se daba como bofetones a pequeña escala en la churra, y mi cabeza parecía casi escucharle decir "mala, mala, mala".
Ahí ya sí. Ahí me entró el ataque de risa. Suerte que justo entonces el semáforo se puso en verde, coincidiendo con el momento en que el amigo me descubrió. Aceleré todo lo que la risa me permitió, y me mezclé entre la masa de coches.

Y digo yo: ya me sorprende esta tendencia a sacarse mocos en los semáforos, que parece que algunos se creen que tienen el superpoder de la invisibilidad. Pero hacerse pajas en un atasco me parece ya pasarse de supermán.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Hoy hemos ido al concierto de una cantante argentina, hija de un compositor de tango muy sonado. En un momento del concierto, ha dicho: "Ahora voy a cantar una canción de mi padre...". Y me he emocionado. Qué bonito. Qué envidia.
Yo, para ser digna heredera de los quehaceres de mi padre, sólo podría recitar crónicas deportivas. Qué derroche de poesía.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

La NiñaHijaDePuta CastigadaSinTele

"O follamos todos, o tiramos a la puta al río"



lunes, 10 de diciembre de 2007

Mis inquilinos me han dejado 9 envoltorios de condones y 1 calcetín debajo de la cama antes de irse.

Era una pareja de neohippies. Ella, del club NoMeDepilo y LlevoElPeloALoRosaLeón. Él, un guiri intelectual de pocas palabras, del club NoSoyElMismoDesdeQueCatStevensSehizoTalibán.

No haré comentarios, pero se me vienen tantas imágenes a la cabeza...

domingo, 9 de diciembre de 2007

NoName


¿Soy la única que miente cuando le preguntan el nombre en el Starbucks?

Uno: Me da morbo.
Dos: Tendría que repetirles mi nombre real, porque nadie lo entiende a la primera. (Mi hija se llamará simplemente Ana y, por eso, tendrá una vida mejor aprovechada).
Tres: ¿Qué coño les importará mi nombre? Sólo quiero un café.

viernes, 7 de diciembre de 2007



Me gusta U2. Siempre he pensado que son maestros creando atmósferas, dosificando la emoción, a fuego lento, para que cuando explote el estribillo - que siempre parece que no llega y no llega, pero llega- tú no tengas más remedio que caer rendida. Su música es la experiencia más cercana al buen sexo que se me ocurre ahora mismo.
Por lo demás, todo bien. Gracias.

REsaca

INSOMNIO


LoQueVeoCuandoNoDuermo

miércoles, 5 de diciembre de 2007


Mi abuela está convencida de que la comida que cocina Arguiñano todos los días en la tele se la comen después Ana Rosa Quintana y su equipo. Yo intento explicarle que no, que Arguiñano graba sus programas en Zarauz, a 600 km de Ana Rosa, días antes de que se emitan. Pero a ella le parece que la frase que Ana Rosa repite a diario "Vamos a disfrutar de los platos de Arguiñano" es suficiente prueba de que estoy equivocada.
Mi abuela es la mejor.

HOY EN FRASES DE LA CALLE QUE LE REGALO AL MUNDO, PRESENTAMOS:

"Yo, cuando lo oí, me quedé atónica..."

Frase recogida en la sala de maquillaje de TVE, Prado del Rey.
La autora, peluquera de la casa, alisaba el pelo a una presentadora.
La pregunta que quedó en el aire fue : "¿Era tónica Schweppes o de alguna otra marca?"

martes, 4 de diciembre de 2007

Ayer volví a sentirme mayor. Y me he acordado de estas palabras que escribía allá por mayo, y que vuelven a tener vigencia (salvo por el anuncio, que ya no se emite, porque ahora es uno sobre la Navidad, DiosNosAsista). Citarse a uno mismo es de necios, pero hoy me lo permito:



Hoy me he sorprendido con lagrimillas en los ojos mientras veía el anuncio de CocaCola. Me he mirado desde fuera y me he dicho Nena, ¿por qué lloras!

Y no lo sé. Creo que lloraba un poco por la emoción de reconocerme como parte de esa generación, y otro poco porque me he sentido muy muy mayor. Mayor porque me imaginaba a los veinteañeros de culo firme y terso, mirando el anuncio con cara de póker, sin entender nada.

Estas nuevas generaciones me asustan. Vienen pisando fuerte, porque aún no saben que la vida duele, y eso les da la actitud necesaria para conseguir las cosas. Los veo en la calle, en el metro, en Factor X, con esa cosa como de descaro adorable, de espontaneidad (equivocada o no), y esa certeza de que el mundo será justo con ellos... y me da envidia.

Aún así, me encanta mi generación, mi momento en la vida. Los 30. Ole. La edad de las arruguillas incipientes y las cenas en casa. El miedo casi todo el rato, el agradecimiento cuando pasan cosas buenas. Porque ahora ya sé que nadie regala nada, que estamos solos en la conquista de nuestro proyecto (no, señores, a mí TAMPOCO me ha regalado nadie nada). Ahora ya sé que el hecho de que alguien te ponga el hombro para que llores un ratito es un regalo impagable, que mis padres son mis heroes, y que hay muy poquitas cosas definitivas. Y por eso ya no celebro tanto los triunfos ni lloro tanto los fracasos.

Y lo que te rondaré, morena.

lunes, 3 de diciembre de 2007

CONSEJOS ÚTILES PARA NO MATAR EN NAVIDADES:

  1. No pase por la calle Preciados, bajo ningún concepto.
  2. Vaya a comprar en horarios extraterrestres, aunque sólo sea un estropajo.
  3. Cuando le digan "Feliz Navidad", piense en otra cosa rápidamente, tápese los oídos y échese a cantar algo de Camarón. No le preocupe que lo tomen por loco.
  4. No mire las luces de Navidad fijamente: tienen un efecto hipnótico que sacará a la bestia que lleva dentro.
  5. Cuando empiecen los anuncios en la tele, zapee inmediatamente. Si se le cuela un anuncio de juguetes en la retina, aclárese los ojos con agua abundante.
  6. Si suena un villancico, huya. No importa con quién esté, ni dónde. Sólo corra.
  7. Repítase a sí mismo que los Papa Noeles de la calle sólo son actores comiéndose su orgullo.


Berta es presumida. Siempre va desnuda por la casa, y enciende las luces para que la vean los vecinos. Luego, en el ascensor, se sonríe y dice "¿A qué piso va?". Y yo, pues me río.
Mola Berta.

sábado, 1 de diciembre de 2007

¿SOY LO QUE SÉ?


Además de las personas-curriculum, también están las personas-trivial. Éstas tampoco me acaban de gustar.
Las personas-trivial son las que parece que viven en un concurso. Siempre saben todos los datos acerca de todo. Y no sólo los saben, que es muy lícito, sino que además te los escupen a la cara en cuanto pueden. Necesitan exponer su sabiduría todo el rato, o morirán babeando con convulsiones.

La parte más molesta de las personas-trivial, la que más salpica, es que tienen tendencia a contagiarte. Tú vas tan tranquila por tu vida de adoquines amarillos, y aparece una persona-trivial buscando un contrincante para su particular concurso vital. Y te atrapa. De repente, te notas tensa, con sudores, buscando datos en tu cabeza a mil por hora, para ganar el concurso. Y eso sí que no. Por ahí no paso. Cada cual, que cargue con su concurso.

Tengo algunos de estos especímenes bastante cerca en mi vida. Unos ya se están quitando: detectaron su problema y se puesieron en tratamiento. Otros, no se podrán quitar en la vida. Nacieron con un libro debajo del brazo.

Un amigo mío se subraya el Fotogramas. Sí. Han leído bien: se lo subraya, para retener mejor los nombres. Este amigo mío, nunca me olvidaré, fue el protagonista de una de las situaciones-trivial más heavys que he presenciado en mi vida. Víspera de examen de Institciones Jurídico-Políticas (un beso, señor Gómez Antón, maravilla, si aún sigue entre nosotros). Mis amigos vinieron al colegio mayor a estudiar. Ellos, como siempre, se sabían la lección de pe a pa. Yo, no. Empezaron a discutir por un dato, una fecha creo. Empezó el concurso. Los dos se pusieron farruquitos: que si fue el 12 de mayo, que si fue el 15, el 12, el 15... Yo, cruzada de brazos, sentada a la mesa, mirando el show. No me podía importar menos la fecha en cuestión. Por fin, uno de ellos dio un golpe en la mesa y dijo: "es el día 15, lo pone en la página 327 del libro!!!". Se hizo un silencio sepulcral. El colega no sólo se sabía el dato: se sabía la PÁGINA en la que estaba el dato. Mi otro amigo saltó enseguida, él también quería ganar el concurso: "es el día 12, lo pone en la página 126!!". Lo comprobamos. Resultó que los dos tenían razón. El libro tenía una errata.

Yo no puedo jugar a esto. Como dice Aitor, tengo memoria de pez: cada vez que doy la vuelta a la pecera, aplaudo como si encontrara el tesoro por primera vez.