sábado, 30 de junio de 2007

EGO SUM


Miren. No. No les estoy diciendo que miren. Digo que esta chica se llama Miren. Un nombre muy habitual en Euskadi. Pero en Madrid nadie acierta a decirlo bien. La llaman de todo, menos Francisco.
A mí, que me llamo Estíbaliz, pues me llaman Elisabeth (NO, gracias), Edith, y con mucha frecuencia, Itziar. ¿Por qué? Ni idea. Les sonará a vasco, digo.
Pero yo no soy quién para quejarme, que a las Glorias las llamo Ángelas, a los Álvaros los llamo Fernandos, y a las Adelas, Jacintas.
El caso es que hay gente con un don para los nombres. J., por ejemplo, los retiene TODOS. Y los usa mucho, los mete en las frases Sí, Marta, es verdad. Él ni siquiera se había dado cuenta de que lo hacía hasta que yo se lo dije. Pero es curioso. He observado que a la gente le reconforta escuchar su nombre, sobre todo cuando lo dice alguien al que acaban de conocer.
Ya escribí algo sobre esto, que a mí me encanta el momento de escuchar mi nombre por primera vez de la boca de alguien. Nunca lo paso por alto. Y, observando a J. durante todos estos años, me he dado cuenta de que a casi todos les gusta también. J., aparte de su capacidad natural para ser el tío más encantador y sencillo a 300 km a la redonda, se mete a todo el mundo en el bolsillo repitiendo sus nombres.
Nos diferenciamos de los demás animales, entre otras cosas, por el ego.

jueves, 28 de junio de 2007

El Taxi

El otro día me monté en un taxi para hacer un trayecto ridículo: de Tirso de Molina a Plaza Santa Ana. Estaba de mudanza, y tenía ya los brazos largos como los de Mortadelo de tanta maleta.
El taxista era más castizo que los entresijos, y más parco que un amago. Palabras no usaba muchas, no. Pero él tenía otra manera de expresarse. La BOCINA. Mi sonido favorito del mundo. Incluso había aprendido a darle matices expresivos. Juraría que había hecho un cursillo con Harpo Marx.

El momento del climax llegó con un bocinazo de ésos que ni en el Bernabeu, laaargo como un día sin pan. Claro: es que el semáforo YA llevaba 2 segundos en verde, y el primer coche AÚN no se había movido. Y ésa es razón suficiente para destrozarnos los tímpanos y los nervios a todos los que estamos a 20 metros a la redonda. Así que yo, en mi línea de Ya aprenderás a callarte algún día, nena, le di dos golpecitos en el hombro y le pedí que parara. "Las bocinas originan muchísimo estrés", argumenté. El taxistá se quedó callado unos segundos. Debía de estar preparando una respuesta a la altura de mi estupidez y, claro, eso necesita un tiempito. Pero por fin, como medio minuto después, encontró las palabras justas. "Lo que origina estrés es que no me dejen hacer bien mi trabajo".

Y la palabra "origina" me sonó tan pedante cuando él la repitió, pero TAN pedante, que ya sólo me quedé pensando en que tengo que dejar de hacerme la mujer leída urgentemente. Y me olvidé de la bocina, de Mortadelo y de los entresijos.

jueves, 21 de junio de 2007

CASERA GUAY

He sido inquilina toda mi vida adulta, hasta hace tres años. Entonces cometí la temeridad de comprarme un piso. Pero ayer lo alquilé. Ahora soy CASERA. Ole.
Tengo un poco de tembleque, claro. Mi casita. Mi cocina nuevecita donde he cocinado tanto y tan rico, mi baño adoquinado de revista, mi salón azul con tantas siestas, mi dormitorio verde con tantos abrazos, y ese balcón con vistas... Ay. Mi casita. Pero creo que he hecho bien.
Y ahora, que aún estoy en 1º de casera, me he propuesto ser la típica casera guay. Espero que las circunstancias no me conviertan en una zorra suspicaz.
Pero así, para empezar con buen pie, ayer mi inquilino ya llegó con cositas raras. Estresado perdido, que llegaba tarde a nosequé entrega de premios, me dice que no ha podido traer todo el dinero porque le cajero no le daba más. Así que abre su bolso y empieza a sacar compulsivamente billetes y billetes sueltos (con el p'atrás que da el dinero así y en esos contextos), y los pone encima de la mesa. Y saca del bolsillo interior de su americana una PLUMA y la planta también encima de la mesa. Es una Montblanc de oro blanco. Vale 700 euros. Quédatela hasta mañana, y mañana te daré el resto del dinero. Yo, claro, me quedo ojiplática y me niego en rotundo a coger su pluma. ¿Pa qué coño quiero yo su pluma? Así que decido fiarme/fiarle y esperar hasta el día siguiente (hoy).
Prometió llamar antes del mediodía. Aún no ha llamado. Pero sigo decidida a ser la típica casera guay. Yo, casera guay ante todo. Ante todo. Ay.

martes, 19 de junio de 2007



La incapacidad de Nuria Roca de terminar una sola palabra en consonante.

"Vamos(sse) a desvelar(rre) ya sin(nne) más(sse) dilación(nne) a los(sse) favoritos(sse)".

Curiosamente, Ane Igartiburu padece la misma incapacidad. Y, por supuesto, mi adorada Silvia Jato, máximo exponente de esta tara.

sábado, 16 de junio de 2007

PARANOIAS capítulo1






Desde pequeña, veo el aura de la gente. Bueno, yo no sé si es el aura o qué es. Seguramente será otra cosa. Pero lo cierto es que, a veces, veo como un halo alrededor de algunas personas, como una sombra que se desplaza despacio detrás de ellos cuando se mueven. Normalmente, lo veo con mucha más claridad cuando están delante de un fondo blanco.

Esto lo he hablado con más gente, claro, es un tema que bastante recurrente en conversaciones pseudo-trascendentes de sobremesa. Y me he dado cuenta de que no soy la única a la que le pasa. No hay muchos, pero algunos hay. A mi tío, por ejemplo, le pasa lo mismo exactamente. Lo ve con mas claridad con un fondo blanco.

Nunca le he dado mucha importancia, porque estoy convencida de que no tiene nada que ver con nada de clarividencia metafísica ni nada por el estilo. Sólo creo que me fijo más. Punto.

También suelo ver, y esto sí que le pasa a casi todo el mundo, como manchas que se desplazan por el aire. Y no me refiero a las manchas que se ven después de mirar una luz fuerte un rato, no. Una amiga bastante espiritual que tengo en Buenos Aires me dijo con rotundidad que son machas de energía, las llamaba algo así como "gusanos", y decía que son muy peligrosas, que son responsables de muchas enfermedades cuando entran en contacto con el cuerpo. Me impresionó bastante su discurso. Pero luego pensé que, con la cantidad de porros de maría argentina (la más heavy que he probado en mis años) que se fumaba por hora, lo raro era que no viera elefantes voladores.

domingo, 10 de junio de 2007

S.O.S.

Me parece que algunos cinéfilos y/o melómanos se dejan caer de vez en cuando por este blog. A ver si alguno de ustedes me ayuda a recordar EN QUÉ BENDITA PELÍCULA SALÍA ESTA CANCIÓN. Me estoy dejando las 2 neuronas en hacer memoria y no lo consigo.

jueves, 7 de junio de 2007


Alguna vez he comentado en el blog de alguien que, probablemente, nunca nadie escribe en su blog nada sobre las cosas verdaderamente importantes.

Es por eso que yo no voy a escribir hoy. Porque me da la sensación de que lo verdaderamente importante se abarata cuando se comparte. Porque contarlo desde el lugar que merecen ciertos temas es cargar con una losa demasiado pesada a tu interlocutor. Y no contarlo desde ese preciso lugar supone para mí una traición y una frivolidad.

Así que es por eso que hoy me callo.

domingo, 3 de junio de 2007






Me cruzo con Julio José Iglesias en el aeropuerto. Me llama la atención lo bajito que es, y pienso ¿dónde guardará toda esa sabiduría que rezuman siempre sus palabras?

viernes, 1 de junio de 2007



Sigo peleándome con mi último cuadro, y no lo veo.

Siempre igual. Me entran las ganas locas de agarrar el pincel cuando estoy en aTomarPorCulo del lienzo. Y luego, cuando estoy en casa, con el cuadro delante, que no me apetece, que no lo veo. Silbo para otro lado y me hago la remolona un rato.

Y así está mi casa, llena de cuadros a medio hacer: un hombre sin manos, un pez sin ojos y una chica sin piel.
Cualquier día de éstos voy y hago una exposición en mi bar grasiento de cabecera. Se llamará Lisiados.